DEBUTANTES CON ESTILO
➔ La selección ha convocado por primera vez a Dani Pérez y Yankuba Sima, claves en el atractivo baloncesto del BAXI Manresa
“Ir con España supone también una gran alegría para la afición del Manresa”
Pasándolo bien, disfrutando y haciendo disfrutar, embelesando al público con ese baloncesto fugaz y seductor gestado en el juego colectivo del alegre BAXI Manresa, Dani Pérez y Yankuba Sima han cautivado a Sergio Scariolo, llamados ambos a la selección por primera vez para las ventanas de clasificación para el Mundial de 2023. Primera vez con la absoluta, pues ambos ya manifestaron su calidad en las categorías inferiores pisando el parqué y el podio. Dani, ahora con 31 años, como, sobre todo, campeón de Europa sub16 en 2006, compañero de Ricky Rubio en esas inferiores, y ‘Yanku’, de 25, como campeón continental en 2016 entre otros metales.
Si hay talento, siempre acaba emergiendo, como así explica sobre todo la historia de Dani, tardío pero cierto en la selección a sus 31 primaveras. “Aunque lo mío no es talento innato, yo he llegado a base de trabajo”, confiesa con modestia el base de L’ Hospitalet, un romántico obrero del baloncesto hasta besar el éxito. Formado en las inferiores del Barça y con paso posterior por la LEB Oro en Cornellà y Lleida entre otros, no se consolidó en la ACB hasta los 27, en su etapa con el Acunsa GBC, para irse al Nou Congost en 2019.
“Me costó asentarme en la ACB y superé lesiones graves y todo. Me lo tomo como un premio a todo mi trabajo”, asegura Dani Pérez, cuatro temporadas entre los cinco máximos asistentes de la ACB, el mejor de la Liga el año pasado con 6,5 y cuarto este de momento con 5,5.
Un base más asistente que anotador, hace años clásico pero hoy exótico, ajeno a la moda actual de ejecutar más que servir. Uno de los pensadores en la pista de este BAXI Manresa, en plazas de playoffs de la ACB y clasificado para la siguiente ronda de la Champions.
“Creo que Scariolo ha apreciado mi conocimiento del juego, soy un base a la antigua, mi punto fuerte son más las asistencias que la anotación. Pero siempre me he sentido cómodo haciendo jugar a los compañeros. Además, tengo la suerte de que Pedro (Martínez) potencia el juego en equipo”.
El ‘pequeño’ Dani, el más bajo del Manresa con su 1,84, hace fluir al gigante del equipo, Yankuba Sima, techo del conjunto del Bages con 2,11. Curiosa confluencia de tamaños y de épocas, uno base del pasado y el otro un pívot actualizado, intimidatorio bajo el aro, pero hábil en otras facetas como el contragolpe. “Esta llamada de la selección es una alegría, pero no quiero que se quede en una convocatoria aislada, haré todo lo posible por quedarme”, espeta Sima, en el equipo del Bages desde 2018 tras su paso por la liga americana universitaria, posterior a su etapa en Santa Eugènia, el Sant Josep y la Canarias Basketball Academy .
“Es un paso adelante en mi carrera, un reto logrado. Y es también una alegría para mi familia y la afición del Manresa, que nos ayuda mucho”, resalta Sima, con una media de 7 puntos y 4 rebotes en la ACB. La alegría del Manresa ha llegado a la selección