El Espanyol se autocondena
➔ Un gol de Leandro Cabrera en propia puerta prolongó la racha perica sin ganar fuera y dio la victoria a un Rayo Vallecano intratable en casa
➔ Un gol de Leandro Cabrera en propia puerta en la segunda mitad condenó al Espanyol en Vallecas en un partido complicadísimo e intenso en el que el Rayo Vallecano mostró su fortaleza en casa pese a que los pericos tuvieron algunas opciones, pero siguen sin ganar fuera. Los de Andoni Iraola no necesitaron rematar ni una sola vez a portería, aunque crearon peligro de otras maneras, para ganar y reafirmar sus opciones europeas.
Se medían dos de los equipos recién ascendidos venidos a mucho más en una temporada en la que están mostrando una cara atractiva especialmente en su terreno. Los franjirrojos apenas habían cedido un empate en siete partidos, mientras que los pericos todavía no habían refrendado su buen papel en su estadio con una victoria lejos de él. Y así sigue la dinámica.
Buscó el conjunto del Vicente Moreno tener el control de inicio,
intentando jugar balones por dentro entre Keidi Baré, Darder y Yangel Herrera que conectaran con Raúl de Tomás, pero se encontró en ese escenario con Rayo contundente y rápido en la recuperación, que buscaba robos y rapidez en las salidas, intentando volcar su juego en una banda izquierda en la que se aprovecharon de la escasa ayuda de Embarba a un Aleix Vidal desbordado. Durante muchos minutos los dos García, Fran y Álvaro, le volvieron loco.
Las interrupciones y un golpetazo que se llevó Darder con su compañero Yangel crearon un cortocircuito duradero en una medular que tuvo que reformular sus intenciones y buscar las bandas para crear algo de peligro. Tanto de una como de otra nacieron las mejores opciones pericas en el primer periodo. En el minuto 21 Pedrosa puso un balón atrás para que Puado encontrara el pie de un zaguero y el balón se fue al exterior de la red. Poco después, en el
24, RDT tuvo la mejor opción de este acto al cabecear picado un centro de Aleix Vidal desde la derecha al que Dimitrievski puso una mano para enviar la pelota a córner.
No acertó el Espanyol y comenzó el recital de los García. Cabrera, que se multiplicaba en defensa, y Diego López lograron que las dos primeras acciones no llegaran a rematarse. Sí conectó un disparo alto más tarde Trejo, mientras que Catena cabeceaba fuera una jugada a balón parado. La mejor ocasión la tuvo Isi, al mandar cruzado y pegado al palo un balón nacido en una nueva jugada por banda izquierda. Hubo ocasiones más que suficientes para variar el 0-0 con el que se llegó al descanso.
No solucionó el Espanyol el agujero defensivo en esa banda izquierda y por ahí llegó el único gol del partido. Un balón mal despejado por Cabrera no fue atacado con la suficiente contundencia por Sergi Goméz y Aleix Vidal, lo que aprovechó Álvaro García para robarles la cartera, centrar y encontrar el infortunio de Cabrera al introducir en su propia portería su intento de despeje.
El tanto atontó todavía más al Espanyol, que sufrió para solventar las siguientes aproximaciones vallecanas. Vicente Moreno movió el banquillo, dando entrada a Calero por un ‘tocado’ Sergi Gómez, y a Loren por Keidi Baré, intentando con esta última variación dar un paso adelante. Pero el
Puado tuvo una gran ocasión para empatar a cinco minutos del final del encuentro
Espanyol seguía sin crear peligro y el técnico introducía otras dos variaciones a un cuarto de hora del final, con Morlanes y Nico Melamed por Embarba y Darder. Al mismo tiempo, Radamel Falcao reaparecía en el Rayo.
Fue entrar Nico y tener el equipo perico la primera opción del periodo con un duro disparo de Puado al que Dimitrievski puso su mano izquierda. Ahora sí el Espanyol lograba meter a su rival en su propia área y Pedrosa ponía de nuevo a prueba sin éxito al meta local. El choque había cambiado de inercia y una buena jugada trenzada entre Nico y Raúl de Tomás la acabó mandando fuera Puado cuando se encontraba sólo.
Con semejante panorama, el Rayo lo fió todo a que las interrupciones dominaran un último tramo de encuentro que se volvió bronco. Incluso Fran Mérida vio la roja estando en el banquillo tras una tangana multitudinaria. Logró su objetivo el conjunto local, que amarró un triunfo que mantiene Vallecas inexpugnable. Ya son siete victorias y un empate. El Espanyol sigue sin ganar fuera ●