El Panda agua la fiesta en Montilivi
Borja Iglesias aprovechó dos centros rasos para firmar un doblete y despedir el último partido de la temporada en feudo catalán
Borja Iglesias fue el héroe de la tarde. El Panda aprovechó dos balones rasos para dejar sin fiesta a un Girona que, a pesar de la derrota, se irá a Navarra con opciones serias de lograr la séptima plaza del campeonato.
El tiempo estuvo a la altura del último partido de la temporada en feudo catalán. Los locales se jugaban bastante más que los visitantes, quienes solo podían perder la sexta plaza por una carambola. Míchel ya avisó en la previa, quería que los suyos dejaran claro sobre el césped que eran los que se jugaban las castañas.
Por ello, y por tener a los suyos con el aliento en sus cogotes, los gerundenses tomaron las riendas del esférico durante buenos minutos del primer tiempo. Los lugareños llegaron con la lección aprendida de Vigo, ‘pasarse la pelota de mentira’, como recordó Míchel, no serviría de nada. Debían tener el control del partido, no sólo del juego.
Sin embargo, un Betis arropado por una gran cantidad de aficionados, demostró mandar en cuanto a tranquilidad y logró llegar con más efectividad a la portería de Gazzaniga. Los de Manuel Pellegrini tampoco se quedaban cortos tocando el cuero pero, además, encontraron más verticalidad que sus rivales. Ayoze, con la más clara bajo el brazo, fue evitada por un paradón del arquero argentino.
Poco más tarde de la media hora de choque, uno de los que llevaba destacando la calidad que le ampara a pesar de su juventud, hizo una de aquellas famosamente conocidas como ‘yo me lo guiso, yo me lo como’. Miguel Gutiérrez puso en pie a Montilivi y batió a Claudio Bravo para soñar, con todas las letras, con el sueño europeo (36’).
Los de Míchel golpearon primero, a pesar de estar sufriendo algunos acercamientos por parte de los andaluces. Sin hacer gran cosa antes del pitido que señalaba los vestuarios, los rojiblancos hicieron lo más difícil. El Betis, conscientes de su aislamiento en la tabla, tampoco reaccionó al gol con mucha alegría.
Sí lo hizo, pero, al retomar contacto con el verde. Canales asistió a placer al Panda para darle emoción a la cosa y poner en un compromiso a los de Míchel (47’). Los verdiblancos reaccionaron al tiempo que los catalanes se quedaron aturdidos. Al minuto, los andaluces volvieron a llegar con mucho peligro.
Fue cumplir la hora de partido y subir las pulsaciones. Empezó el baile de golpes con un Girona más abierto y un Betis que no iba a des
preciar espacios. Los centrales empezaron a tomar protagonismo, pero no en acciones de balón parado, sino en llegadas al área. Primero Edgar y después David López firmaron las más claras para sus respectivos intereses.
Aparecieron los largueros y las acciones al borde de una doble celebración. Unos y otros se repartieron el pastel a partes iguales. Una de esas iba a decantarse y así fue a un cuarto de hora para llegar al tiempo reglamentario. Borja Iglesias, de nuevo, aprovechó un
centro lateral raso para volver a batir a Gazzaniga (77’).
La bola de nieve se hizo tan grande que careció de freno alguno. Inmediatamente después Taty tuvo la más clara del segundo tiempo, aunque sin fortuna. Además, Joaquín dejó uno de los momentos del encuentro, llevándose la ovación de todos los presentes.
Empezó a correr el reloj y el nerviosismo empezó a abrazar los corazones de las 12.000 almas que querían dar el último empujón a la última cita de la temporada en ca
sa. Las radios, los goles en otros encuentros y las pulsaciones se mezclaron en un final agónico.
Gazzaniga tuvo que sacar el último balón jugado, aunque sin éxito. El Betis y Borja Iglesias dejaron sin premio a un Girona que despedirá la temporada en Navarra con opciones europeas, a pesar de no haber podido festejar un último triunfo frente a los suyos. Si los de Míchel ganan en Pamplona y el Athletic no gana en el Bernabéu, el Girona pisará la Conference League