Azpilicueta se gana a Diego Simeone
Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, es un técnico que valora mucho unas determinadas cualidades. En este caso, el protagonista en cuestión, César Azpilicueta reúne varias de ellas. Una tiene que ver con su propia veteranía, esa jerarquía que el Cholo aprecia tanto en los jugadores que llegan. Al técnico le gusta contar en su plantilla con futbolistas ya hechos, de los que puedes tirar en cualquier circunstancia desde el primer día. Que aportan experiencia, que han jugado partidos importantes y que saben cómo desenvolverse en esas situaciones de alta competitividad.
Con el palmarés que tenía el navarro al llegar al Atlético, estaba claro que de todo eso le sobraba. Cuando el equipo colchonero se hizo con él, Azpilicueta ya tenía en sus piernas 108 partidos con Osasuna, 68 con el Olympique de Marsella y la bestialidad de 508 con el Chelsea, del que llegó a ser capitán. Eso habla a la perfección de qué clase de jugador hablamos. Un extranjero siendo el capitán de uno de los clubs más míticos del fútbol inglés. Eso, además de 15 títulos en su palmarés. Casi nada.
Por eso no extraña que sea una suerte de capitán sin brazalete en el vestuario del Atlético, donde la voz del navarro se escucha con atención cuando tiene algo que decir. Tampoco llama la atención que en una situación tan delicada como fue la de los penaltis ante el Inter en los octavos de final de la Champions, él fuese uno de los que llevase la voz cantante.
Todos esos intangibles están muy bien, pero lo que a Simeone le ha convencido especialmente es la polivalencia del navarro. Hablamos de un jugador que puede desenvolverse en todos los puestos de la defensa e incluso en alguno del centro del campo si fuese menester. En el Atlético no lo ha necesitado todavía pero sí que ha desempeñado varios roles en la zaga. Tanto como para ser titular en cuatro de los últimos seis encuentros del equipo colchonero. El Cholo le ha utilizado de lateral derecho, de central y de lateral izquierdo, como sucedió en Dortmund, ante la baja de Lino