El monopolio y la falta de gol, condena perica
Sólo 7 goles en los dos últimos meses han agravado la mala dinámica
El Espanyol se jugará la vida en las tres ‘finales’ que le restan para intentar volver a Primera División. Y uno de los hándicaps que debe subsanar como sea para sumar el pleno de victorias, la única vía para seguir soñando con el ascenso directo, es volver a ganar. Exigencia que va de la mano con uno de los lastres que está ‘matando’ la recta final: la falta de goles.
El Espanyol es el tercer máximo realizador el campeonato con 54 dianas, sólo por detrás del Eibar (67) y el Racing (60). Pero en los dos últimos meses se ha olvidado de perforar la portería rival, lastre que lo ha descabalgado de la cima. En los últimos 9 partidos (7 empates y 2 victorias), los pericos sólo han marcado 7 goles, saldando cinco duelos en blanco. Un pobre bagaje que ha condicionado sobremanera los resultados justo en el momento más decisivo.
Dependencia dañina
El Espanyol ha sacado pecho durante gran parte de la Liga, que no en este tramo final, de ser uno de los equipos más goleadores de la categoría. Pero el gol no está repartido en el cuadro perico, sino que es un monopolio de sus dos pichichis: Martin Braithwaite (20 dianas) y Javi Puado (12). Entre los dos han marcado más de la mitad de tantos del Espanyol. Suman 32 de las 54 dianas de los blanquiazules, un ‘debe’ que ha mediatizado el potencial ofensivo.
Lógico, pues el inmediato perseguidor de la dupla de ‘pichichis’ es Pere Milla, con 4 dianas, seguido de Calero, Nico Melamed y Jofre, con tres. Y cierran el capítulo realizador Salvi, con dos, y Sergi Gómez, Gragera, Lazo, Aguado y Expósito, todos con un único gol. Un gol muy socializado, pero un hándicap para el Espanyol pues jugadores de peso como Pere Milla, Melamed o Aguado, que deberían haber acompañado mucho más a los pichichis, han defraudado.
Diáspora en verano
Uno de los principales deberes de la dirección deportiva de cara al mercado estival será, tanto si el equipo sigue en Segunda como si sube, potenciar y mejorar la parcela ofensiva. Máxime porque Braithwaite y Melamed se marcharán y Puado tiene ‘novias’ de peso. Sin descartarse que la diáspora de futbolistas importantes pueda ser, incluso, más amplia