Guardiola no volverá. Nunca
El hoy técnico del Manchester City difícilmente podría superar lo que vivimos
Es la frase de la semana. A Pep Guardiola le preguntaron en Inglaterra si algún día volvería a entrenar a Messi. Y el entrenador del City dijo que Leo tenía que acabar su carrera en el Barça. El periodista, avispado, contraatacó. Así pues, ¿sería Guardiola quién tendría que regresar al Barça? Y entonces soltó la sentencia: “Nunca volveré al Barcelona para ser entrenador. Esa etapa ahí ya terminó”. Rotundo, convencido y tajante. En estos momentos de desorientación futbolística, donde un pésimo resultado tambalea entorno y vestuario, se agradece que Pep aclare su postura para que nadie pueda soñar en una nueva etapa en el Barça. Eso se acabó. No deja ni un resquicio a que alguien pueda suspirar por su regreso. La ambigüedad, que tan bien manejó en otras situaciones, quedó zanjada para siempre en este tema.
Guardiola, que ahora intenta imponer su estilo en culturas deportivas muy distintas a la del Barça, no tendrá una segunda etapa en nuestro banquillo. Difícilmente podría superar lo que vivimos. En esos cuatro años, disfrutamos de la explosión de Messi o de los mejores años de Xavi, Iniesta y Busquets. Piqué y Alves fueron dos fichajes que cambiaron la historia y los aficionados, como nos había pedido el entrenador, nos abrochamos el cinturón para vivir emociones muy fuertes. El 5 a 0 al equipo de Mourinho ,el2a6alMadrid de Juande Ramos , el 3 a 1 al United en la final de Wembley, la sublimación del fútbol. Los 14 títulos, desde la Copa de Touré yB ojan ante el Athletic Club en Mestalla hasta la Copa de Messi y Pedro resolviendo en los primeros minutos ante el mismo cliente en el Calderón. El triplete de la primera temporada no se pudo repetir, pero entendimos de la dificultad de no poderlo ganar siempre a todos. Muchos nos convencimos de que una hazaña, tan rara y tan sumamente difícil de conseguir, no se repetiría. Porqué ni el Madrid tiene un triplete, porqué ningún club europeo tiene dos y porqué parecía que el zenit futbolístico ya no volvería al Camp Nou.
Y, de pronto, tras el shock en el vestuario por la muerte de Tito Vilanova, justo en el año de transición a ninguna parte de la mano de Martino, Luis Enrique y una delantera diabólica, con un tridente imparable, volvieron a la excelencia futbolística y ganaron otro triplete con el que nadie contaba. Menuda lección. El “cualquier tiempo pasado fue mejor” es, a parte de un verso de Jorge Manrique, un recurso para nostálgicos. El recuerdo está ahí, en los dvd’s, en la mente y en la felicidad vivida, pero la comparación con el ayer siempre será perjudicial cuando este Barça no juega contra el equipo rival sino contra el recuerdo del mejor Barça. Y, así, entre lo que vemos y lo que vimos hace dos años, o hace ocho, el público puede empezar a silbar y no parar hasta el 2040. También Luis Enrique pasará. Y pasará Messi. Como pasó Guardiola .O Kubala