Un viaje a Islandia
El primer campus femenino del Barça fue un éxito de participación increíble
Un volcán situado al sur de Islandia entró en erupción en 2010 y sus cenizas ensombrecieron el cielo de todo el continente y medio océano Atlántico. El tráfico aéreo quedó interrumpido, Europa se paralizó y aquella situación tuvo para el FC Barcelona una consecuencia nefasta. Un desplazamiento a Milán, donde debía jugarse un importantísimo partido de ida de las semifinales de la Champions, tuvo que hacerse en autocar. El Barça perdió 3 a 1 ante el FC Internazionale Milano de José Mourinho.
Los italianos ganarían aquella copa de la que apearon al Barça gracias a los errores arbitrales y a un volcán situado a miles de kilómetros.
En julio de 2016, el Eyjafjallajökull permanecía dormido, pero el eco de los aplausos sincopados con el que los aficionados islandeses sorprendiero n en la Eurocopa 2016 y la gesta de sus jugadores al eliminar a Inglaterra, aún resonaba en las calles de la capital Reykjavik. Allí, lejos de Barcelona y del Camp Nou, el FC Barcelona viviría una de las experiencias más insólitas e increíbles de los últimos años: la primera escuela veraniega exclusivamente femenina.
De la mano de Eidur Gudjohnsen, la leyenda azulgrana de origen islandés y uno de los héroes del triplete blaugrana de la temporada 2008-2009, la estrella televisiva islandesa Inga Lind, la ayuda del consulado islandés de Barcelona, y el increíble apoyo del presidente de la peña barcelonista en Islandia, Xavier Rodríguez, culé extraordinario y secretario del Consulado General de España en la capital islandesa, el Barça volvió a descubrir en aquel alejado país que su horizonte es ilimitado.
Gudjohnsen, capitán de la exitosa selección nacional de Islandia que acaba de jugar la Eurocopa, fue uno de los técnicos de aquel primer campus femenino organizado por la FCB-Escola. La experiencia fue un éxito y se desarrolló en Valsvöllur, cerca de Reykjavik. El campus contó con la presencia del vicepresidente del FC Barcelona Carles Vilarrubí, responsable del Área Institucional y Relaciones Internacionales.
La combinación volvía a ser un éxito. Un jugador local, una peña local, jóvenes futbolistas, y la fascinación por lo colores que vistieron Kubala, Cruyff y Messi.
Durante una semana las camisetas de entrenamiento de intenso color fucsia del Barça aparecieron en todos los informativos y en todas las páginas de los principales diarios de la enorme isla nórdica. El FC Barcelona había oficialmente conquistado un país de leyenda situado justo en el punto de colisión de América y Europa, el lugar mágico donde emergen para mostrarse al mundo las dos placas teutónicas, la placa norteamericana y la euroasiática. Por unos días, Islandia, país de ensueño y de una belleza natural inigualable, fue blaugrana.
El impacto fue tan notorio que incluso el nuevo presidente electo de Islandia, Gudni Th Jóhannesson visitó el campus del Barça. El presidente lo hizo con un enorme banderín que compró en el Camp Nou cuando tenía 14 años y en cuya estampación se podía ver el rostro del equipo que lideró Johan Cruyff.
Es una lástima que el Barça no haya repetido la experiencia de Islandia, es cierto que cuando llega el verano las solicitudes de campus excede la capacidad de respuesta del club, pero aquel viaje a Islandia fue especial.
Islandia, como sus habitantes dicen, es el país de los niños, y aquellas niñas que se enfundaron la camiseta del Barça, serán barcelonistas para siempre y el club debería tener el músculo y la determinación de mantener su bandera ondeando allí donde encuentra el calor de los más jóvenes
Los campus de verano son un momento mágico en el que se engranda la leyenda del club de Kubala, Cruyff y Messi