Mechaal se reivindica hasta llegar a la final
Mañana será el primer finalista español desde 2011
Adel Mechaal será mañana el primer finalista español de 1.500 en un Campeonato del Mundo desde 2011, después de jugar bien sus bazas en la primera semifinal, que concluyó en la quinta plaza, justo dentro de los cinco puestos que daban el pase automático. El atleta catalán, que afrontaba su segunda carrera en 24 horas, salió vivo de una carrera llena de estrellas, “una serie criminal”, decía él, y mostró sus credenciales, para alegría del mediofondo español, que parece haber encontrado al fin su faro de referencia tras varios años difíciles.
Rodeado de figurones como el mejor marquista del año, Manangoi, o el ganador de los tres últimos Mundiales, Asbel Kiprop, Mechaal era solo séptimo por marca entre los participantes en la primera semifinal, y tampoco encontró una carrera tan rápida como la que buscaba, pero salió adelante tomando decisiones y siendo relevante para la carrera: primero, encargarse él mismo de tomar la cabeza cuando comprobó que nadie lo hacía pasado el primer 400. Después, colocarse a la espalda del gran favorito al oro, el keniano Elijah Manangoi, que este año se ha ido a 3’28”80.
Cuando Manangoi, al toque de la campana de la última vuelta, aceleró las cosas, Mechaal entró de lleno en el zafarrancho. Apareció todo el mundo, también Kiprop y el marroquí Iguider o el noriego Ingebritsen, pero el atleta de Palamós siguió allí. Entró en la última curva quinto y salió de ella también quinto, justo en el corte bueno para entrar por puestos a la final. Y no fue fácil: sobraron golpes y codazos cuando Adel se vio metido en el corazón del grupo.
Se la debía jugar en una de esas carreras tácticas tan temidas por los atletas, pero Mechaal demostró tener piernas y, más importante aún de cara a la final, que se recupera muy bien de los esfuerzos, porque todos llevaban encima la carrera del día anterior. Aguantó en la recta de llegada, a tope pero no crispado, hasta entrar quinto (3’40”60), mientras por delante alcanzaban el objetivo Manangoi, cómodo ganador, Kiprop e Ingebritsen.
Mechaal, campeón de Europa indoor de 3.000, tendrá su opción en la final, aunque haya varios hombres con más pedigrí. Este verano corrió mucho, ante la posibilidad de acabar quedándose en casa si el TAS no le daba la razón en la sanción, ya levantada, por no facilitar presuntamente sus datos de localización para tres controles. Le dieron la razón, se rodó a gusto en los mítines, pero no ha llegado pasado de forma, sino pleno de confianza. “Hasta el año pasado iba a la cámara de llamadas y me veía inferior a ellos. Ahora, gracias a la confianza que he cogido este año, los miro de tú a tú”.
En esos mítines Mechaal se dio cuenta de que esos kenianos que corren por debajo de 3’30” y el resto de finalistas que se encontrará el domingo tienen también puntos débiles, y que puede aprovecharlo. En la semifinal aguantó tarascadas y toques varios. “Hubo golpes, de todo. Por suerte salí de ahí, me ví con fuerzas y resistí en la recta”. Mechaal, campeón de Europa indoor de 3.000 este año, ya está más cerca del sueño. Me suelo recuperar bien. Y aquí, con tres carreras en cuatro días, eso va a ser clave”