Fórmula Machín
El técnico del Girona ha mutado el sistema del ascenso, con dos puntas, a uno de un sólo ariete y más asociación entre sus jugadores
A día de hoy se hace casi imposible imaginar el éxito del Girona sin su arquitecto en el campo, Pablo Machín. En poco más de tres años, el técnico soriano ha pasado de salvar al club del descenso a 2aB a llevarlo a la élite del fútbol español y convertirlo, aunque aún sea muy pronto, en el equipo revelación.
Machín se ha caracterizado desde el primer día como un entrenador de ideas fijas, y diferente, como mínimo en cuanto al sistema que ha utilizado siempre en Girona. En sus primeras temporadas en el club, el soriano utilizó unos poco usados hoy en día 3-5-2 en ataque y 5-3-2 en defensa, que variaba dependiendo del partido y de las características del rival. Los dos puntas, el año pasado Longo y Sandaza, tenían mucha importancia en el fútbol del Girona, poco paciente, muy directo y, a veces, sin demasiada elaboración. Por ello, Machín no contó durante tramos de la temporada con ‘jugones’ como Granell y Borja. Al principio, el usar un sistema singular le daba al Girona ventaja frente a sus rivales, que en muchos casos no sabían como pararlo, pero poco a poco encontraron maneras de contrarrestarle y Machín, como buen entrenador, encontró variantes que llevaron al equipo al ascenso.
Ahora el técnico se ha adaptado a Primera. En los dos primeros partidos ha reformulado el sistema, sacrificando un punta y jugando con dos mediapuntas. El centro del campo ha ganado toque con Pere Pons y Granell más cerca del área propia y Borja y Portu unos metros más adelantados, aumentando el nivel de asociación, número de pases consecutivos y la calidad del juego colectivo. No ha cambiado la idea de ser protagonistas del partido sin especular, tener el balón para atacar y hacer daño. Los carrileros, multiplicados en ataque y defensa, son vitales en este esquema en el que brilla el triángulo formado por Aday, Granell y Borja, que desquicia a sus rivales. Jugar en corto para atraer al rival y después buscar la profundidad y una vez cerca del área, el gol. De momento, funciona