El fichaje es Valverde
VALVERDE ES UN TIPO QUE con su naturalidad zanja las discusiones de vuelo gallináceo que a menudo rodean el patio barcelonista. En Lisboa, el técnico despejó en tres respuestas algunas suspicacias: sin cambiar la filosofía, varió a un elástico 44-2 con el dinámico Sergi Roberto para neutralizar el excelente mediocampo del Sporting; el autogol de Coates y el escaso acierto de Suárez los positivizó en un magnífico servicio de falta de Messi; y al preguntársele dónde estaba el juego divertido disparó con un definitivo: “Yo me divierto si gano”. Y otra. Donde algunos quisieron ver a Luisito montando un ‘pollo’ al ser sustituido por Aleix, ‘Txingurri’ reveló con una sonrisa que el charrúa le había observado que estaba demasiado cerca de la línea. 0-1, fin de la matraca y con un pie en octavos. Líderes en la Liga (a siete puntos de Real Madrid) y la Champions y septiembre ya es historia para enmarcar.
QUÉ LEJOS QUEDA CUANDO aquella comisión formada por Bartomeu, Mestre, Soler y sobre todo Robert eligieron a Valverde. Tomaron la mejor decisión y el entrenador demostró compromiso con el Athletic pidiendo que nada se anunciara hasta acabar la temporada. Desde entonces, ha traído estabilidad y ‘seny’, algo muy preciado en este club, remontando el golpe por la fuga de Ney el 2 de agosto. Aquel tsunami, social e institucional, arrasó la planificación deportiva pero la manejó con diligencia.
ENTRE OTRAS COSAS, TAMBIÉN ha traído la normalidad que antes no existía con el filial con una buena comunicación con Gerard. Los cambios en la pizarra no son un dogma y es posible jugar con un 4-4-2 en Europa, un 4-2-3-1 ante el Betis, un 3-5-2 que no funcionó en el Bernabéu o el 4-3-3. Es el responsable del dulce momento que vive Iniesta con nueve partidos seguidos jugados. Y todo ello sin poder contar con el jugador más caro de la historia del Barça y los prometidos Coutinho y Di María que iban amarcar la diferencia. ¿Quién es el crack?