Con Ronnie empezó todo
RONALDINHO DEVOLVIÓ AL BARÇA su talla mundial. Y la autoestima. El presidente de la Generalitat Jordi Pujol apretó a Rosell: “Es fundamental traerlo para subir la moral de los catalanes”, le dijo al aquel entonces vicepresidente deportivo del FC Barcelona, que lo acabó fichando pese a la oposición del Madrid y la oferta del United. Florentino le propuso quedarse un año más en el PSG y luego firmar por el Real, pero las gestiones de Rosell acabaron con el brasileño en el Barça. Fue uno de los mejores fichajes de la historia blaugrana.
LA ETAPA MÁS GLORIOSA COMENZÓ con él marcando un golazo al Sevilla en el partido del gazpacho el 3 de setiembre de 2003. Aquel ‘pepinazo’ provocó que los sismógrafos temblaran con los aplausos de una afición que se rindió a la magia de un futbolista excepcional. No fueron los únicos que escuchó. En el mismísimo Bernabéu, algunos aficionados madridistas, que después serían reprendidos, aplaudieron otro golazo. La ‘era Ronaldinho’ acabó con el ‘galactismo’ y situó al Barça en lo más alto del fútbol mundial. Después de ganarlo todo (individual y colectivo) solo le faltaba rematar con otro Mundial (ya había ganado el de Corea en el 2002), el que debía ser su Mundial, el del 2006 en Alemania después de conquistar la Champions de Paris con el Barça. Pero lo eliminó Francia en cuartos. Si lo hubiera ganado habría sido un potente candidato a ser el mejor de todos los tiempos.
EL BARÇA SE LIÓ AL FINAL con su renovación y lo mal despidieron. Debió volver al Camp Nou con el Milan para recibir la ovación que merecía de un público que siempre lo adoró por su espectacular y mágico fútbol, por su sonrisa permanente y por lo que aportó a un equipo que necesitaba a un crack mundial para levantar vuelo. Lo hizo. Y voló muy alto. Esta semana ha dicho oficialmente adiós al fútbol a los 37 años. El fútbol siempre lo recordará. Fue el crack de la magia y la sonrisa