PARA OLVIDAR
Garbiñe Muguruza cae ante la taiwanesa Hsieh cerrando un negativo y accidentado periplo ‘aussie’ Calambres en Brisbane, lesión en Sydney y un mal día en Melbourne , con ampollas en un pie incluidas
La temporada 2018 ha empezado torcida para Garbiñe Muguruza, 24 años y nº 3 mundial. Se estrenó con retirada en Brisbane presa de los calambres durante el tercer set ante Aleksandra Krunic. Intentó tomar impulso en Sydney, pero tras vencer a Kiki Bertens optó por un abandono preventivo al notar dolor en un adductor de la pierna derecha.
Llegó al Open de Australia sin rodaje y con todas las dudas del mundo. Salvó el cómodo debut ante la francesa Jessika Ponchet, pero acabó viniendose abajo ante los primeros problemas. Adiós a Melbourne ya en la segunda eliminatoria, a manos de una especialista en dobles, ex nº 1 de la modalidad, pero mucho más anónima en individuales pese a su veteranía.
La taiwanesa Su-Wei Hsieh, 32 años y 88ª WTA, tumbó a Garbiñe Muguruza, 7-6 (7-1) y 6-4 en dos horas de encuentro en la pista central, el Rod Laver Arena. La fe y los eléctricos movimientos de la menuda asiática resquebrajaron la oposición de una errática caraqueña, que acabó fundida por sus propios errores, la convicción de la rival y el verano australiano, con el termómetro coqueteando con los 40 grados centígrados.
37 errores no forzados acumuló Muguruza, 21 con el ‘drive’. Demasiadas concesiones, no remediadas por los 29 golpes ganadores, más un producto de rachas puntuales que de un tenis continuo. Era su primer choque contra Hsieh, y ésta no la ayudó porque es tan rápida de piernas como en la ejecución de los golpes, con mucha anticipación.
Hsieh creyó y se sintió en su jornada de gloria. Muguruza puso empeño por momentos, pero le faltó bagaje previo para solventar adversidades. Se vio enseguida 2-5 abajo. Pidió la asistencia de la trainer, no por el adductor tocado, que cubrió con un vendaje compresor, sino revelando en la planta de su pie izquierdo múltiples tiras de vendaje. “Desde el principio del choque sentí que se me estaban formando ampollas, así que preferí seguir compitiendo con un vendaje para prevenir el problema”,
El arreglo, o el parón para reflexionar, le resultó bien a la española, que hizo tres juegos seguidos, 5-5. Una ventana a la esperanza, en una evidente mejoría, pero que no se consolidó, y lo pagó en el ‘tiebreak’, de claro dominio Hsieh: 7-1.
No quedaba mucho en la reserva de Muguruza, que entregó enseguida un saque que tampoco funcionó. Como en la manga inicial, 5-2 Hsieh. A remolque la hispana, que levantó un punto de ‘match’ con su servicio en el noveno juego, para 4-5, pero ya no dio para más. Sin competición en su
raqueta y cuerpo, la incertidumbre lastró su rendimiento.
Paso atrás de la vigente campeona de Wimbledon, que no perdía tan temprano en Australia desde su debut, en 2013, y entonces cayó en segunda ante Serena Williams. Se deja muchos puntos del ranking mundial ya que en 2017 había llegado a cuartos, Eso sí, queda mucho camino por delante para reparar este negativo comienzo. “No es el fin del mundo, soy positiva. La actitud fue buena”, significó Muguruza. Los WTA de Doha y Dubai, en febrero, a la vista
Garbiñe Muguruza Me voy con mal sabor de boca, pero no es el fin del mundo y soy positiva para lo que viene después”
A descansar unos días para recuperarme físicamente. Hasta ahora he tenido que compatibilizar los entrenamientos con la recuperación, y eso ha sido duro ara mi cuer o“