Sin Hanga, Sanders ni Seraphin
El Barça, en Liga, volvió a vapulear al Madrid de baloncesto contra todo pronóstico. A pesar de haberles ganado en su pista -con Sito Alonso en el banquillo- y en la final de la Copa en Las Palmas, el reciente encuentro de Euroliga hacía presagiar un terremoto en el Palau. Pero todo es posible con Pesic. Al coach, antes del partido, le preguntaron en televisión por la ausencia por lesión de Doncic en el Madrid. Y el técnico del Barça, con poco vocabulario pero con las ideas claras, sacó una nueva genialidad de la chistera: “A mí me faltan tres Doncics”. Se refería a las lesiones de Hanga, de Sanders y Seraphin. Ahí es nada, los tres grandes fichajes de la temporada fuera de circulación y el Barça ganando de 30 puntos hasta pocos minutos antes del final. Las tres claves del partido fueron: las pocas pérdidas de balón del Barça, el rebote que dio pocas oportunidades a un Madrid más fallón que nunca, y una defensa de 40 minutos con la navaja en los dientes. Así, lo que pasó en el segundo cuarto, es lo nunca visto. El Madrid sólo metió una canasta en juego durante 10 minutos. Los 16 puntos restantes los anotó de tiros libres. La consigna era ni una sola canasta: ni fácil, ni difícil. Siempre falta personal. Surgió efecto. Con el equipo enchufado y a la espera de un pívot como Seraphin y el regreso del resto de lesionados, el equipo no sólo está en condiciones de competir la Liga. Está en el camino de ganarla.