Mundo Deportivo (Barcelona)

Un hijo es un hijo

Mientras Marcos marcaba al Madrid el histórico gol de Zaragoza, su padre (5 veces campeón de Europa con los blancos) lo celebraba en la grada. Hoy llega al Camp Nou la tercera generación

-

Lopetegui, Robert Martínez, Jorge Sampaoli... todo el mundo, por una u otra razón, anda pendiente del Barça-Chelsea de esta noche. Los selecciona­dores, afinando la lista del Mundial, quieren ver a sus piezas clave. A Busquets, Piqué, Iniesta, Sergi Roberto, Alba, Marcos, Morata, Hazard, Vermaelen, Messi... Está en juego el pase a los cuartos de final de la Champions. Marcos Alonso Peña, sin embargo, lo verá con otros ojos.

El ‘Pichón’, un ápodo que se ganó a pulso Enrique Morán pero que acabó adjudicado a Marquitos, tendrá a su hijo sobre el terreno de juego. Él, que jugó en el Barça, que fue aquí campeón de Liga y de Copa y que es del Barça, estará pendiente del dorsal ‘3’ del Chelsea. Marcos Alonso Mendoza. Tan pendiente del chaval como, en su día Marcos Alonso Imaz, el patriarca de la saga, estaba pendiente de él.

Marcos, el del Barça y visto con ojos culés, puede ser recordado por muchas cosas pero, básicament­e, por una. Su golazo al Madrid en aquella mítica final de Copa de Zaragoza con Maradona luciendo el ‘10’. Fue el 4 de junio de 1983 y en el último minuto. Su compadre Julio Alberto centró desde la banda izquierda y Marquitos, en plancha, remató de cabeza sin que Miguel Ángel pudiera hacer más que resignarse. Golazo. Y fue el delirio universal. Bernd Schuster, con ‘8’, lo celebró dedicándol­e unos cuantos cortes de manga a los derrotados. Histórica ‘botifarra’.

‘In illo tempore’, no había ni ordenadore­s portátiles, ni teléfonos móviles ni mejor solución para los periodista­s que salir disparados en busca de un teléfono desde el que poder pasar las crónicas. Y eso, exactament­e eso, es lo que hizo el aquí (y allí) presente en el minuto 89. Ir camino del teléfono localizado previament­e para, en espera de la prórroga, adelantar parte de la crónica en espera de la prórroga. Bajando el últimotram­o,elclamorde­LaRomareda nos frenó en seco. Todos quietos. Postrero ataque del Barça y goooool de Marcos. Justo al lado, literalmen­te pegado, un hombre saltó como lanzado hacia el cielo. Y volvió a saltar. Y una vez más, le veíamos volar... ‘Gol, gol, gol...’. Se diría, de no saber quién era, que se trataba de un barcelonis­ta desatado cantó el gol hasta quedarse afónico, pero no. Ni estaba afónico ni era, imposible que lo fuera, un barcelonis­ta desatado.

Marcos Alonso padre, el Marquitos de toda la vida, tenía una voz caracterís­tica. Y era más madridista que el palo de la bandera. Lateral del derecho del Madrid, fue cinco veces campeón de Europa y seis veces campeón de Liga, pero ahí estaba, enloquecid­o en Zaragoza, como si fuera el presidente de la Peña Barcelonis­ta Cinc Copes. Había marcado su hijo y lo había hecho, precisamen­te, contra el Madrid que entrenaba su íntimo, Alfredo di Stéfano.

En ese momento, daba igual quién estuviera delante. El padre, multicampe­ón con el Madrid solo tenía ojos para el hijo, en ese instante campeón con el Barça. Y si hoy en el Camp Nou, en la zona noble y rodeado de barcelonis­tas como él, vemos a un hombre perder la cabeza por un gol de Marcos Alonso Mendoza, el ‘3’ del Chelsea, hay que entenderlo. Si algo es igual en 1983 que en 2018 es que un hijo es hijo. En esto, no hay colores

 ?? FOTO: ANTONIO CALVO PEDRÓS ?? Marcos Alonso cazó al vuelo un centro de Julio Alberto en la final de Copa de 1983 ante el Madrid en La Romareda
FOTO: ANTONIO CALVO PEDRÓS Marcos Alonso cazó al vuelo un centro de Julio Alberto en la final de Copa de 1983 ante el Madrid en La Romareda

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain