ESTE BARÇA NO FALLA
Dejó muy encarrilado el pase a semis de Champions con más eficacia que brillantez y con suerte en los momentos cruciales Dos autogoles abrieron el camino y Piqué y Suárez remataron a la Roma, que respira gracias a un tanto de Dzeko
El Barça tampoco falla en Champions. Irá a Italia con un buen botín, tres goles de ventaja, aunque sin haber jugado un gran partido y dejando tras sí un pequeño resquicio a la remontada de la Roma gracias a un gol de Dzeko fruto de una reacción de los transalpinos en el tramo final. Un tanto que da un atisbo de vida al conjunto ‘giallorosso’, pero que se intuye claramente insuficiente ante los cuatro del Barça: dos autogoles más sendas dianas de Piqué y de Luis Suárez. No fue su mejor partido, ni mucho menos, pero el conjunto de Valverde, más eficaz que brillante, adquirió muchos boletos para volver a semis tres años después.
Al Barça le tocó sufrir, con taquicardias provocados por frivolidades de Umtiti o Ter Stegen ante la presión alta romanista, pero tuvo la fortuna de cara en los momentos cruciales. No jugó un partido brillante, con
Messi dando la sensación de estar realmente ‘tocado’, pero sacó oficio y tuvo enfrente a una Roma que cometió demasiados errores individuales. Su gol fue el premio a una buena actitud, pero no se protegieron bien.
Que el Barça no anda sobrado lo demuestra el hecho de que Valverde cambiase a tres de sus cuatro centrocampistas en el tramo final del choque: Sergio Busquets, Iniesta y Sergi Roberto. Pero el técnico volvió a acertar y Denis , relevo de Iniesta, jugó, como en Sevilla, diez minutos de calidad y generó la jugada del cuarto gol, el del KO.
El Barça marcó los dos primeros goles de rebote. O mejor dicho, con dos tantos en propia puerta, de De Rossi y Manolas. Costaba, costaba y costaba llegar con fluidez y, cuando el conjunto azulgrana lo lograba, ahí estaba el meta Allison, que detuvo un chut seco de Messi desde fuera del área y rechazó un remate cruzado de un Luis Suárez incansable. También hubo un disparo al palo (otro más) de Rakitic, de largo el mejor azulgrana, pero el dominio de los de Valverde no era fluido. El técnico sacó un 4-4-2 con sorpresa. No jugó Dembélé, pero tampoco su supuesta alternativa, Paulinho, reservado para reemplazar a Busi a la hora de partido, ni André Gomes, bastante frecuente por la derecha en partidos grandes. Valverde confió en Semedo y adelantó a Sergi Roberto, con el objeto de que Kolarov tuviese algo más de que preocuparse que subir la banda.
Messi encontraba mucha gente por el centro y perdía balones, con contras italianas que encontraban la respuesta disciplinada de los defensas del Barça en el repliegue. Pese a todo, las ocasiones eran azulgrana. La Roma empezó apretando fuerte arriba, por sorpresa, con una estrategia que buscaba sorprender a Alba y Semedo por los laterales. Semedo, de hecho, ganó varios sprints a Dzeko en contras de la Roma, que pidieron penalti en uno de esos mano a mano. Igual que uno de Messi con Fazio.
El Barça manda
Pero la vocación atacante de la Roma duró poco. Y el Barça dominó. En un tuya-mía entre Messi e Iniesta, De Rossi, que más que mediapunta era un tercer mediocentro, impulsó el balón a su propia portería al intentar rechazar. 1-0 y a la caseta. Lo más difícil estaba hecho, aunque la Roma perdonó doblemente en la reanudación: Perotti y Florenzi, en este caso tras una imprudencia de Umtiti, malograron dos ocasiones clarísimas.
Casi a continuación, Umtiti precisamente remató y forzó un nuevo autogol, esta vez de Manolas, tras un centro de Rakitic. En plena fase de desconcierto romanista, Piqué marcó el tercero al completar una contra dirigida por Messi con primer remate de Suárez.
La Roma movió banquillo en busca de un gol que mantuviese sus constantes vitales, pero hizo sufrir poco al Barça hasta una doble intervención de Ter Stegen. La primera, tras corregir una megacantada de él mismo driblando en el área. Se lanzó a tiempo de detener el disparo de Defrel. Casi a continuación, el alemán rechazó un chut de Perotti. El gol romano llegó, finalmente, en un gran centro desde la izquierda de Perotti con remate de Dzeko a gol.
Pero a Valverde los cambios suelen salirle bien. Y, recién incorporado Denis Suárez para dar un respiro a Iniesta, recogió un centro pasado de Semedo y asistió al otro Suárez, Luis, para que el ‘nueve’ barcelonista completase una notable faena individual tras un error de Gonalons en el rechace