Gesta en el Clasico
EL BARÇA SE MANTUVO IMBATIDO en el Clásico, a pesar de jugar toda la segunda parte con diez. Una gesta frente a un Madrid sólido que no supo aprovechar la inferioridad blaugrana y que se mantiene a 15 puntos del campeón. El Barça supo jugar con diez, juntando líneas, y dispuso de ocasiones para ganar con varias acciones de Messi que detuvo un excelente Keylor Navas in extremis. En la segunda parte, los blancos notaron la ausencia de Ronaldo.
EL ÁRBITRO VOLVIÓ A TENER protagonismo en un Clásico clásico. El partido se inició con un gran dominio blaugrana hasta que marcó el gol y, con el resultado a favor, bajó el ritmo y el Madrid se hizo dueño del mediocampo hasta que llegaron las dos primeras jugadas clave del encuentro. Primero, una fea acción de Bale, por detrás con los tacos de frente, que podía considerarse una agresión. El árbitro no lo vio. Después, al filo del descanso, Marcelo apretó a Sergi Roberto, que ingenuo se revolvió y el colegiado le enseñó la roja directa. El partido se marcó en esos instantes. Un Barça-Madrid con un equipo con diez es un espectáculo desigual. Pero un Barça heroico pudo mantener un empate y hasta tuvo el 3-1 antes de que los blancos empataran.
EL ÁRBITRO NO VIO UNA FALTA de Suárez a Varane antes del gol de Messi y tampoco un claro penalti de Alba a Marcelo, seguramente no señalados por esa ley de la compensación no escrita que aplican a veces los árbitros. Los dos equipos salieron perjudicados. En declaraciones ganó el Barça, ya que Suárez y Amor estuvieron comedidos y, en cambio, Butragueño, de forma sorprendente, cargó contra las decisiones arbitrales, cuando habitualmente no entra. El Madrid, en comunicación, siempre juega estratégicamente. Antes, además, presumía de señorío, pero después de no hacer ayer el pasillo al Barça eso ya no lo podrá vender como valor. El Barça se lo hizo a sí mismo