Los otros enemigos de España
1- Las altas temperaturas en Krasnodar condicionan el trabajo de la selección , que ha decidido entrenar a partir de ahora en horario vespertino 2- Una plaga de mosquitos también afecta a los jugadores 2- “Lo de los mosquitos es un poco coñazo”, admite Lucas Vázquez
La selección española se ha encontrado en Krasnodar con dos enemigos inesperados: el calor y los mosquitos. En el entrenamiento del viernes, el termómetro marcaba 35 grados cuando los internacionales saltaron al césped y no era más alta porque estaba nublado. Los responsables de la Federación ya sabían que en esta ciudad de Rusia el clima es más benévolo que en otras zonas del país, pero no contaban con la ola de calor que azota estos días Krasnodar.
Ante esta situación, Fernando Hierro ha decidido modificar la hora de los entrenamientos. Después de trabajar por las mañanas en los primeros días de estancia en Krasnodar, Hierro ha decidido trabajar a partir de ahora por las tardes, para combatir las elevadas temperaturas.
Pero entrenar por la tarde tiene otro inconveniente, los mosquitos. Desde su llegada a Krasnodar, una plaga de mosquitos ha sorprendido a los jugadores de la selección y la imagen de muchos de ellos poniéndose un repelente antes de entrenar es habitual, Alguno de los que pasa por la sala de prensa lo hace con las piernas y los brazos señalados por las picaduras. Y al entrenar por la tarde, el número de mosquitos en el campo de entrenamiento se multiplica, especialmente si antes ha llovido, como ha sucedido en las últimas dos jornadas.
Por esta razón, alguno de los entrenamientos vespertinos, como pasó ayer mismo, se han realizado dentro del estadio del Krasnodar y no en el campo de entrenamiento habitual, para escapar en la medida de lo posible del ‘ataque’ de los mosquitos.
Ayer Lucas Vázquez en rueda de prensa admitió directamente que “lo de los mosquitos es un poco coñazo, pero hay que vivir con ello”, aunque considera que el calor puede ser incluso positivo. Según el jugador gallego, “entrenar con estas temperaturas nos puede venir bien para reforzar la forma física y para preparar los partidos”.
Pese al calor que hace en Krasnodar y a la posibilidad de jugar tres de los cuatro partidos hasta la hipotética final en Moscú si acaban primeros de grupo, por ahora está descartado el cambio de sede. Prefieren mantener Krasnodar como cuartel general, ya que la residencia y las instalaciones de trabajo son fantásticas y muy cómodas para los internacionales, pese al calor y a los mosquitos