Un Mundial de sorpresas
Recuerdo que me lo dijo Rinus
Michels a principios de los años 70. “Juegas, juegas, y al final gana Alemania...”. Luego lo hizo público y famoso Gary Lineker con aquello de “el fútbol es un juego de 22 futbolistas que persiguen el balón y al final gana Alemania”. Bueno, el sábado eran 21, porque habían expulsado con razón a Boateng y nada, siempre lo mismo. Me parece que esto se hizo leyenda cuando en la final de Suiza del 54, con un legendario e imperial Hungría de Puskas, Kocsis fue superada por los ‘tedescos’ por 2-3.
Ya llevamos semana y media de Mundial y en general podemos decir que está resultando de poco nivel futbolístico. Esta poca calidad, sí, de teóricos pequeños que crean problemas y de grandes que las están pasando moradas. En cabeza está Argentina, ahora al borde del descalabro, pero, en especial, con una falta de calidad, toque y dominio increíble por lo negativo. Se puede decir que este grupo de futbolistas y técnicos ha conseguido neutralizar a Leo Messi. Da la impresión de que está aburrido, sin chispa, sin aquellos arranques tan suyos que tantas veces ha dado vida a un grupo de jugadores desorientados.
Hace dos años, Leo dijo en público aquello de que se retiraba de la selección. Luego, bla, bla, bla, le hizo cambiar -seguro no convencido- y consiguió clasificar a su país ‘in extremis’ en el último partido en Ecuador. Algunas veces pienso qué en su mente navega aquello de “mejor no haber venido”. Les queda un cartucho y vamos a ver en qué dirección se dispara.
Tampoco Brasil responde a la expectación creada. Coutinho está salvando ‘in extremis’ la situación, pero Neymar, fuera de forma, brinca sin decidir. Marcelo llega pero no ve el final. Hasta ahora el ‘9’ goleador -Gabriel Jesús o Firmino- no han aparecido y Paulinho
está perdido en el centro del campo corriendo por todos lados sin efectos prácticos.
Bélgica, espectacular en ataque, puede ser la sorpresa del Mundial. El amigo de Balaguer, el de siempre, Robert, ahora Bob
Martínez, puede dar el golpe. Está en camino. Peleará con Inglaterra de Kane, desatada ayer ante Panamá, por el primer puesto.
Francia gana con lo mínimo. Victorias pero sin brillar por lo que se puede esperar de su grupo de estrellas. Umtiti a su nivel,
Dembélé, entra y sale sin mayor relieve. Es joven, dicen ¡Ah bueno! Entonces esperemos que se haga mayor.
Y España, reponiéndose con dificultad del golpe técnico federativo inicial. Hasta ahora no ha arrancado bien y está creando dudas en los optimistas incansables. Queda mucho camino. Habrá alguna sorpresa definitiva y puede darse pronto un BrasilAlemania explosivo. Casi nada.
Vladimir Putin disfruta de lo bien que le han preparado este acontecimiento y Maradona parece estar feliz y con buen aspecto y ambiente. Veremos hasta cuándo aguanta la trayectoria de Argentina...