PLETÓRICOS
Rafal Nadal vuelve a los cuartos de Wimbledon siete años después de su quinta final en 2011 Roger Federer, en una racha de 32 sets seguidos en el torneo, ganando sus últimos 81 turnos de saque
Diez años después de la legendaria final en la que Rafa Nadal destronó a Roger Federer en Wimbledon, “la mejor que haya visto en mi vida”, significó John McEnroe, el español y el suizo se hayan a dos pasos de reencontrarse en la lucha por el título en el All England Club. Ambos se han posicionado en la ronda de cuartos liquidando a sus respectivos rivales. No de enorme entidad, pero uno y otro se han apuntado al recital unilateral a la espera de mayor resistencia ajena. Están de dulce.
A Federer, ocho veces campeón y defensor de la corona, se le esperaba porque venía rodado por el título de Stuttgart y la final de Halle. Nadal necesitaba refrendar que la transición del undécimo título de Roland Garros al césped, sin competición de por medio, no se le atragantaría como otras veces, descartados problemas físicos que antaño también supusieron que no pudiera acudir al All England Club con excesiva ambición.
Nadal reivindicó sus opciones reales volviendo a cuartos siete años después. Llegó igual convencido de sus posibilidades en 2017, pero se cruzó en su camino de octavos el ‘cañonero’ luxemburgués Gilles
Muller, como había sucedido con el australiano Nick Kyrgios en 2014. No desaprovechó la excelente oportunidad que presentaba la combinación de su excelente momento de forma actual y un rival, el checo Jiri Vesely, sin el potencial de aquellos verdugos.
Nadal se exhibió para superar a su rival, nº 93 ATP, por 6-3, 6-3 y 6-4 en una hora y 53 minutos en la pista central. Aún no conoce nuevo adversario porque el argentino Juan Martín del Potro y el francés Gilles Simon se vieron abocados a la suspensión por falta de luz cuando el suramericano dominaba 7-6 (1), 7-6 (5), 5-7, ya con 3h.17’ de lucha acumulada.
37 golpes ganadores, 12 errores
Mayor ventaja para el nº 1, puesto que tiene atado desde que superarse la tercera ronda. Nadal hizo los deberes: anotó 9 ‘aces’, ejecutó 37 golpes ganadores, por sólo 12 errores no forzados. Agresividad pero controlada y precisa. Sólo un lunar, ya que entregó su saque en la única pelota de ‘break’ en contra, para 2-3 del checo en la tercera manga. Lo recuperó enseguida porque estaba en vena de aciertos y el que fuera mejor júnior de 2011 andaba abrumado por lo que le llegaba del otro lado.
Quien no entrega un solo servicio es Roger Federer. Ante el francés Adrian Mannarino afrontó las primeras pelotas de ‘break’ encontra en esta edición, pero las remontó como si nada. Se impuso por 6-0, 7-5 y 6-4 en 1h.45’, extendiendo su racha de sets consecutivos capturados a 32, a sólo dos de su récord en el AELTC. Puede batirlo frente a un debutante en la antepenúltima ronda de Wimbledon, el surafricano Kevin Anderson, 32 años y 8º ATP.
Todo un reto para el verdugo de Gael Monfils (7-6, 7-6, 5-7 y 7-6) y finalista del último Open USA, ya que Federer ha ganado sus últimos 81 turnos de servicio en este Grand Slam. El último en rompérselo fue el checo Tomas Berdych en el octavo juego de la semifinal de 2017. Con tanta solvencia, la presión para el adversario resulta agobiante