El Olot vuelve a llevárselo
Se adjudió el clásico trofeo por cuarta vez consecutiva
El Olot se llevó el Torneig de l’Estany por cuarta vez consecutiva, después de imponerse en los dos partidos, ante el Figueres (1-0) y frente al Banyoles (0-5).
El primer encuentro entre Olot y Figueres se decantó del lado de los de La Garrotxa gracias a un tanto de oportunismo del joven Marc Pagès. Pese a ello, fue el Figueres el que apretó de inicio y Ginard, con una espectacular estirada, evitó el gol de Joan Pons. La réplica la dio Pujadas, que mandó un balón al larguero. Minutos después llegó el tanto de Marc Pagès. El jugador de la cantera aprovechó un rechace del guardameta Álex Campos después de un remate a puerta de Iván Guzmán.
Sin goles
El anfitrión, Banyoles, se midió al Figueres en un segundo partido que acabó sin goles. Los ampurdaneses no llegaron con claridad a las inmediaciones de un rival que pudo adelantarse en el minuto 28, pero David Aroca, con una gran parada, impidió el gol. Después, el asistente decretó penalti en favor de los de Adam Fontes pero el meta figuerense Aroca volvió a ser decisivo y con el pie paró el esférico. En los compases finales el Figueres tuvo sus mejores opciones en las botas de Éric Pimentel, que sacó un defensa a córner, y de Carles Puig.
‘Manita’ al Banyoles
El tercer partido no comenzó bien para los intereses del Olot, ya que a los cinco minutos Xumetra mandó fuera un lanzamiento de penalti. Luego, Adrià Casanova tuvo una buena ocasión para el Banyoles. Poco a poco, los de Raúl Garrido fueron entrando en juego y Moha, con un golazo desde la frontal, abrió el marcador. Solo cinco mi- nutos más tarde, Masó, tras una serie de rebotes después de un sa- que de esquina, hizo el segundo. El tercero no se hizo tampoco espe- rar: el portero Martí Bartrina des- pejó un disparo de Nierga, recogió el rechace Xumetra que volvió a ceder a un Nierga que esta vez no falló. Pujadas tuvo el cuarto, pero mandó al palo y ya en la recta fi- nal, Xumetra no perdonó después de una asistencia de cabeza de Marc Nierga. La guinda del pastel la puso Ibra, que definió a la per- fección ante la salida del portero