La peor decisión de Piqué
El central, que ya chirrió ante el Girona, cometió un error garrafal que provocó el 2-1
El Barça naufragó con estrépito en Butarque en un partido en que los errores defensivos groseros arrastraron al equipo al desfiladero. El conjunto de Ernesto Valverde se había avanzado en el marcador gracias a un golazo de Coutinho y le quedaba lo más sencillo: provocar con la tenencia del balón la impaciencia del colista ante su afición y la aparición de huecos por donde seguir golpeando. La buena imagen del equipo barcelonista duró veinte minutos. Después llegó el ritmo cansino, la falta de ambición y, como no podía ser de otra forma, el estirón de líneas del Getafe, obligado por su clasificación y su condición de local. Y cuando las estiró y los hombres de Pellegrino decidieron pisar el área de Ter Stegen, el Barça se suicidó con Piqué en plan protagonista.
La primera acción en que patinó la defensa culé quedaron retratados los dos laterales. Sergi Roberto, de nuevo superado en defensa, y el ayer titular Vermaelen en lugar de Jordi Alba, salieron en la foto. El catalán dejó central a Silva con la zurda con una absoluta comodidad, encimándole poco, sólo acompañando y sin tan siquiera amagar con meter el pie para interceptar el centro. Eso sí, todo muy académico, con las manos a la espalda para no darle al balón con la mano. El centro bombeado al segundo palo lo cabeceó El Zhar sin oposición, con Vermaelen mirándoselo como hasta ahora había visto todos los partidos: como un espectador de lujo.
Pero si este tanto fue un despropósito de los dos laterales, el 2-1, que llegó sólo 68 segundos después, dejó en evidencia a Piqué, que ya había navegado ante el Girona. El domingo, Stuani le comió la tostada en el primer gol visitante y en el segundo el que le dejó en mal lugar fue el velocísimo Portu. Pero ayer no fue ningún rival quien protagonizó una
acción de alta escuela para superarle. Fue él solo quien tomó la peor decisión del partido. Un pelotazo del Leganés lo persiguió el delantero En-Nesyri pero su intento de superar a Piqué lo abortó con suficiencia el central culé. Con el balón controlado, Gerard se confió y buscó a Sergi Roberto con un pase horizontal pero golpeó mal la pelota y
quedó suelta en el área. El local Óscar, que llegaba lanzado mientras Roberto ya había frenado, aprovechó el regalo de Piqué rematando de primera a gol.
Un error tan impropio de su calidad dejó planchado a Piqué. Un síntoma de ello es que, al contrario de lo que hizo ante el Girona, no se lanzó al ataque en pos del empate
Un mal pase de Gerard habilitó a Óscar para culminar la remontada local