Unos 75 aficionados recibieron al Real Madrid
Había cautela de cara al Clásico y confianza en Julen
Un niño de cuatro años con la camiseta de Isco correteaba inquieto por las inmediaciones del Hotel Sofia esperando la llegada de los jugadores del Real Madrid. “Es la primera vez que traemos a Iker a recibir al equipo”, explicaban Juli y María José, que reconocían entre risas que le bautizaron así por Casillas. “El partido será muy difícil aunque no esté Messi”, indicaba el padre, “pero hay que tener confianza en Julen, echarle sería un error, pero si Florentino tiene un calentón...”. Alex y Sara, de la peña madridista de Cerdanyola del Vallès, no eran muy optimistas de cara al Clásico, pero creen que “hay que creer en Julen porque es un buen entrenador, lo que pasa es que la pelota no quiere entrar”, explicaban mientras preguntaban por dónde iba a llegar el autocar.
Lopetegui, muy serio
La expedición accedió finalmente al hotel por la puerta de atrás comandada por un Lopetegui con el gesto sombrío, consciente de que hoy se juega más que tres puntos. Poco más de medio centenar de madridistas se agolparon para animar a los suyos, que bajaron del autocar muy serios. Solo unos pocos saludaron tímidamente a los aficionados. Ninguno hizo el amago de acercarse a firmar un autógrafo. No tuvieron la misma suerte que los que acudieron al aeropuerto de El Prat, donde algunos jugadores (Courtois, Ramos, Marcelo o Isco) sí atendieron las peticiones de los hinchas