Cuestión de testiculina
Pedrerol defendió el comunicado del Madrid porque no veía cuál era el problema
Jugones abría el programa con un rótulo en mayúsculas enormes: “CON UN PAR”. Parecía que era por los “dos cojones” de Solari pero después dudamos. Mientras todos los medios coincidían en destacar las malas formas del comunicado de la directiva del Madrid, en el editorial Pedrerol defendía el texto: “¿Qué tiene de malo el comunicado? ¿Dónde está la polémica? ¿Qué le falta y qué le sobra? El club explica el porqué del despido de Lopetegui y dice que no ha cumplido las expectativas. Cierto ¿no? (…) ¿Qué tenía que haber hecho el Madrid? ¿Felicitar a Lopetegui? ¡No! Tenía que agradecerle su esfuerzo, sus ganas, su ilusión y eso ha hecho. Pero las cosas no han salido bien. ¡Hay que reconocerlo, caray! ¡Había que hacer algo! ¡El equipo está muerto! ¡Noveno en la Liga! (…) El club defiende a sus jugadores. Es su patrimonio. ¡Ahora les toca a ellos defender al Madrid y hacerlo en el campo!”.
El discurso de Pedrerol sirve de ejemplo para observar su habitual estrategia de razonamiento. Un trilero argumental. La polémica no viene por la destitución sino por un texto poco elegante del club que hurgaba en la herida del despido, recreándose de manera innecesaria y haciendo literatura del talento de unos genios que Lopetegui no ha sabido despertar de su letargo. Pero Pedrerol es cinismo puro: “¿Dónde está la polémica? ¿Qué le falta y qué le sobra?” Y en vez de poner el foco en lo evidente pasa a argumentar lo obvio: que había que echarle. Y encima lo hace con sarcasmo: ¿Qué tenían que hacer? ¿Felicitar a Lopetegui?”. Entre felicitarlo y ahondar en miserias deportivas que ahora de poco sirven, seguro que está la sencillez y la elegancia. “Señorío” solían llamarlo. Pero Pedrerol empieza con hipocresía preguntandodóndeestáelproblemadelcomunicado y lo que acaba argumentando es que se eche a Lopetegui porque van novenos.
¿Dónde está la bolita? Se mezclan las palabras, se desvía el foco, se argumenta otra cosa y ¡zas! la polémica no existe y el comunicado es impecable. El nuevo argumentario del Madrid promete. Unos se irán a Melilla con dos cojones y otros tocan el violín defendiendo lo indefendible según el mismo método. La testiculina, cosa fina