Guardiola recibe a Mou en un derbi con cuentas pendientes
El catalán y el portugués se reencuentran en el Etihad después de que el United privase al City de celebrar la Premier en el último enfrentamiento entre ambos
El último derbi de Manchester aún perdura en el recuerdo del Etihad, frustrante para un City que le concedió al United el placer de una remontada insospechada. El pecado, amargo e imborrable, aplazó la celebración de la Premier por parte del cuadro celeste, que desaprovechó una ocasión histórica de haberlo hecho frente a su eterno rival: “No creo que piensen que les va a ser sencillo”, apuntó en la previa un Mourinho sosegado, sin ánimos de que se imponga la polémica.
Hubo afinidad entre el discurso del portugués y el de Guardiola, agradecido de que por una vez no hayan sido el foco de todas las miradas. Menos protagonistas que en otras ocasiones, se impone ahora la tensión entre el líder de la Premier, dispuesto a saldar cuentas, y un United que llega a la cita reanimado tras el acreditado triunfo que logró ante la Juve: “Nadie lo había hecho desde hace años en Champions. Tiene mucho mérito”, avisó Guardiola sobre su rival, siempre prudente.
Sobre el papel, sin embargo, nadie le discute el cartel de favorito al City. Un equipo sofisticado que intimida en su cancha, acostumbrado a pasar por encima de sus rivales. Un argumento sólido que sirve como alerta para un United demasiado endeble hasta la fecha, capaz de cometer errores grotescos que le han obligado a reaccionar sobre la marcha, siempre a remolque: “Algún día no podremos remontar”, subrayó Mourinho a modo de crítica, exigente con el nivel de concentración de los suyos.
A pesar de que el técnico portugués haya jugado al despiste sobre las molestias de Pogba, está previsto que el francés parta de inicio en el Etihad. El flamante campeón del mundo completó la última sesión preparatoria, imprescindible en una medular a la que podría volver Mata, héroe del United en Turín. En el City, en cambio, la incógnita solo es una: Sané o Mahrez. Indiscutible como es Sterling, a Guardiola le toca decidir entre la potencia del alemán o la electricidad del argelino.
Un derbi, el de Manchester, que se empezó a jugar desde ayer por las calles de una ciudad que ya viste de Navidad. Capital del fútbol desde la llegada de Guardiola y Mourinho, Inglaterra se va a paralizar ante un encuentro que puede consolidar al City en el primer puesto o relanzar al United, cuyas expectativas pasan por regresar a puestos Champions: “No será definitivo”, coincidieron en decir ambos entrenadores, aunque a decir verdad un triunfo en un derbi trasciende a lo deportivo. No es para menos, orgullosa como está Manchester de albergar un evento que no deja indiferente a nadie