A SUS PIES
Marc Márquez se dio ayer un baño de masas en las calles de Cervera para celebrar su séptimo Mundial El cinco veces campeón de MotoGP hizo enloquecer a su pueblo al dejar claro que su deseo es seguir ganando
La espera fue larga. Pero llegó el día. Después de ganar su séptimo Mundial de Motociclismo hace semanas en Motegi, el quinto de MotoGP, Marc Márquez solo pensaba en recorrer las calles de Cervera una vez más para celebrar junto a su gente la consecución de su nuevo título. Ese deseo no le impidió sumar su noveno triunfo hace días para cerrar la gira asiática en Malasia de la mejor manera para encarar con todavía más ilusión el festejo que le esperaba en su pueblo. Ya de vuelta a casa, llegaba el momento de disfrutar con su familia, su Fan Club y los miles de aficionados que volvieron a estar presentes en un día tan especial para el catalán. Marc no falló en pista y su gente tampoco en su pueblo, volviendose a superar en la organización del evento.
“Ya van 7”, expresaba el piloto del equipo Repsol Honda, preparado para acudir a la fiesta. Pero antes, en rueda de prensa, avisó de que su intención es que la de ayer no sea la última, ni mucho menos.
“El tiempo pasa rápido”. Van 7 pero en muy pocos años. Aunque parezca normal, esto es un sueño que se tiene que disfrutar porque cualquier día puede acabar. Lo vivo como la primera y eso es la diferencia. Me preguntan si me canso o me aburro, pero esta es la gasolina que pide mi cuerpo para seguir evolucionando y seguir empujando”, destacó el campeón del mundo, listo para la que se le venía encima en un rato.
“Hay que disfrutar del título y el año que viene habrá las mismas ganas de luchar por otro. Es el objetivo por el que se trabaja durante todo un año y ahora es cuando lo disfrutas”, continuó, con una clara declaración de intenciones de seguir conquistando coronas y récords a sus 25 años. Y precisamente, esa voluntad, debió ser otro de los grandes motivos de alegría entro las personas que ayer abarrotaron la localidad ilerdense con gorras, camisetas y banderas con el número 93. Esas fueron las protagonistas del día, las que tuvieron que serlo antes también de la rúa del campeón, pese a que una polémica sin sentido quisiera aguarle la fiesta al piloto. Pero nada de eso, ahí, Marc también dio una lección a todos. Primero, lo hizo aclarando que “no hay que mezclar cosas”, y recordando que la jornada festiva de ayer era para “celebrar una gesta deportiva” y que “lo único que quiero es celebrarlo con todos los míos”.
Y segundo, volvió a exhibir otro de los elementos que le hace tan especial. Es un piloto cercano como pocos, y por ello, al exponer sus motivos de no subirse al balcón, fue claro: “Prefería gastar esos 10 minutos con la gente abajo, cercano a ellos, haciéndome fotos, dando dos besos al que me lo pida, que saludar desde lejos. Estamos celebrando un Mundial”. Así, una vez cerrada la controversia que le sorprendió el viernes cuando estaba “tranquilo en el sofá”, todo estaba preparado para que se desmelenara en su día. “Tengo ganas de estar con todos en las calles, llegar al escenario y cantar lo que haga falta”. Como en pista, no defraudó. En una celebración de otro nivel, la del ‘Level 7’
Van 7 celebraciones, pero en muy pocos años. Aunque parezca normal, es un sueño que se tiene que disfrutar porque cualquier día puede terminar”
Me preguntan si me canso o me aburro de ganar, pero esta es la gasolina que pide mi cuerpo para seguir evolucionando, mejorando y seguir empujando”