El Madrid llega a Abu Dabi con mucho que perder
El equipo de Solari debuta este miércoles contra el Kashima
El Real Madrid aterrizó ayer por la tarde en Abu Dabi (18.00, hora peninsular) tras algo menos de siete horas de vuelo con el objetivo ineludible de levantar su tercer Mundial de Clubs de manera consecutiva y cerrar de la mejor manera posible un 2018 muy convulso marcado por la crisis galopante que atraviesa el equipo desde hace dos meses.
La expedición comandada por Santiago Solari llegó con 25 futbolistas, incluidos los tocados Nacho, Reguilón, Casemiro, Mariano, Bale y Benzema y el canterano Javi Sánchez. El equipo estará concentrado en el lujoso hotel Four Seasons (situado a 15 kilómetros de distancia del l Zayed Sports City Stadium) y debutará en la competición el próximo miércoles frente al Kashima Antlers japonés (17.30 horas) en las semifinales. La plantilla entrenará hoy por primera vez a partir de las 16.00 horas en las instalaciones de la New York University.
El equipo blanco tiene la obligación de levantar el título el próximo domingo para levantar la moral de una afición que está perdiendo la fe en su equipo a pasos agigantados. El ambiente en la tropa, además, parece enrarecido, por mucho que los jugadores se esfuercen por mostrar de puertas hacia fuera una imagen de aparente normalidad.
El Madrid, en convulsión
Al rifirrafe de Isco con la grada del Bernabéu y su relación inexistente con Solari, que no lo puso ni a calentar contra el Rayo, hay que añadir los pitos de la afición a Asensio. El mallorquín está en entredicho después de completar unas actuaciones muy deficientes. El mal juego desplegado y las palizas cosechadas ante Eibar y CSKA han propiciado las primeras críticas para el argentino, incapaz de dotar de sentido al juego ni de subsanar la alarmante falta de gol de los suyos.
“El secreto de estas últimas tres temporadas ha sido el trabajo colectivo, el día a día y estar todos involucrados, remando en la misma dirección”, reveló Lucas en declaraciones a los medios oficiales del club. Carvajal también se sumo a los mensajes de unidad con la afición para salir del atolladero: “Que nos animen y sean nuestro jugador número 12 y nosotros daremos el callo en el campo”