EN CAÍDA LIBRE
El Barça Lassa se estrella ante Olympiacos en la que es su cuarta derrota seguida en Euroliga Los azulgrana cedieron ante el poder del pívot Milutinov y la maestría y acierto de Spanoulis
La esperanza que generó el Barça Lassa en los primeros meses de temporada se ha dilapidado en apenas tres semanas, las que ha tardado en encadenar una racha negativa en Euroliga que le aparta de puestos de playoff. Con su derrota ayer ante Olympiacos en el Palau, son ya cuatro los tropiezos consecutivos de los azulgrana y cinco en los últimos seis partidos en esta competición.
El Barça se comportó ayer como un equipo tan herido en su amor propio como frustrado e incapaz de encontrar soluciones a los problemas que se le presentaron. Mostró energía pero mucha de ella la desperdició ante un rival muy experto que supo encontrar el momento para asestar el golpe definitivo.
Los últimos tropiezos de los de Pesic tienen un denominador común: la pérdida del control del rebote. Ante Olympiacos, esta carencia se acentuó más si cabe con un balance final de 25-37 demoledor. El serbio Nikola Milutinov, con 14 capturas, resultó un factor de desequilibrio importante. A ello unió 18 puntos para una valoración de 36, inadmisible para un Barça que ofreció concesiones y se vio superado bajo los aros.
Junto a Milutinov destacaron los ‘sospechosos habituales’ en el conjunto de El Pireo. Spanoulis, con 14 puntos, fue básico en la escapada, lo mismo que el ex del Barcelona Pa- panikolaou o Williams-Goss.
La falta de fluidez y de acierto en ambos equipos marcó de forma dramática el primer tiempo. Errores en bandejas, posiciones muy estudiadas y ninguna concesión fueron las características del juego. Los triples iniciales de Claver dieron algún respiro al Barça que, de todos modos, concedía mucho bajo su aro.
Milutinov se forró con rebotes ofensivos y el desequilibrio en esa faceta fue evidente a pesar del énfasis que ponen los azulgrana en ello. Pustovyi y Seraphin tuvieron su oportunidad ya antes del descanso sin mitigar estos problemas de cierre del rebote.
Un triple de Papanikolaou y bandejas de Leday y Williams-Goss dieron un ligero dominio a los griegos en el segundo cuarto. La energía que aportaron Claver y Oriola fue el principal valor que mostró el Barça que no acabó de encontrar referentes claros en sus virtusosos de ataque. Ni Heurtel ni Singleton ni Kuric, principalmente, parecían tener el día. De este modo se llegó al descanso
con un exiguo 30-32 tras dos tiros libres fallados por Oriola.
Lejos de reaccionar, el Barça empezó el tercer cuarto mostrando ahora fragilidad moral. Los triples iniciales de Spanoulis y Papanikolaou ampliaron pronto las diferencias más allá de los diez puntos, hasta una máxima de 13 (41-54) en un momento en el que hasta Bogris, saliendo del banquillo, anotaba con cierta comodidad.
El Barça sólo dio respuesta con acciones individuales de Heurtel, carreras de Hanga y Claver o un triple aislado de Kuric. El partido de Singleton, con 0 puntos y apenas 5 tiros a canasta, resultó bochornoso, mientras que ni Seraphin y Pustovyi lograron compensar el mal momento de Tomic. Con rentas cómodas, pocos equipos saben controlar mejor el ritmo y las ventajas de Olympiacos, digno vencedor en un encuentro que deja al Barça aún más ‘tocado’