El dinero sí es problema
En igualdad de condiciones, De Jong y De Ligt eligirían el Camp Nou, pero según el Barça hay mucha diferencia salarial con las ofertas de otros equipos. Hoy parece más fácil firmar a Frenkie que a Matthijs
Marc Overmars, que resultó ser el gran protagonista en Nyon del sorteo de la Champions League, explicó que conoce a De Jong y De Ligt desde que eran niños y el dinero no sería un factor clave para la elección de un nuevo equipo. Y puede que eso sea verdad. Otra cosa es lo que piensen sus agentes.
El Barça, por esta razón, interpreta las palabras del DT del Ajax de un modo distinto. Asume como cierto que en igualdad de condiciones, los dos futbolistas vendrían juntos al Camp Nou. El problema es que hay una gran diferencia salarial entre lo que se les ofrece para no romper la escala del vestuario y lo que les están ofreciendo en otros clubes.
Hasta donde sabemos, la distancia es mayor con De Ligt que con De Jong, entre otras cosas porque Mino Raiola, agente del central, es de los que se suben a la parra. Tiene una carta ganadora y está pidiendo para un chico de 19
años la ficha que el Barça paga a los futbolistas del primer escalón salarial. Si el representante no afloja, la dificultad puede que acabe siendo insuperable, pero el Barça no desiste: “Seguimos haciendo nuestro trabajo”. Les quieren a los dos, pero... Semanalmente, Segura, Abidal y
Planes hablan y/o se ven con Marc Overmars, Mino Raiola, Ali Dursun
(representante de De Jong )yconla familia de ambos jugadores. Lo mismo que están haciendo el PSG, el City (con máximo interés por Frenkie), el Bayern y la Juventus. En todas las conversaciones se constata que la dificultad no es tanto afrontar los fichajes (75 millones por cada uno) como afrontar el mantenimiento. Téngase en cuenta, por ejemplo, lo que le paga el United al ex Barça Alexis
Sánchez:450.000 euros por semana. Y Pogba, también representado por Raiola, gana sobre los 300.000. En fin, lo dicho. A diferencia de lo que nos dijo Marc Overmars, parece que el dinero, a día de hoy, sí es problema