Barcelona, siempre a sus pies
Dejó el Barça desde lo más alto como quería y sigue disfrutando muy adaptado ya a su nueva vida japonesa
Desde que dejó el Camp Nou hacia las dos de la madrugada tras jugar ante la Real Sociedad su 674º partido y levantar su novena Liga y 32º título con el Barça, Andrés Iniesta no ha vuelto al escenario donde más recitales ha firmado. Han pa- sado siete meses desde aquel mágico 20 de mayo en que revivió una carrera inimaginable sentado descalzo en el círculo central. El mismo silencio sintió antes de rematar el balón que dio el único Mundial a España.
Su vida está ya en Japón, donde aún le restan tres años más de contrato, pero hoy se reencontrará con la ‘gent blaugrana’ como invitado de lujo al palco para ver el Barça-Celta. Allí lo hace por la plataforma DAZN pero menos de lo que quisiera en directo de madrugada con el problema del desfase horario. Llegó el 3 de diciembre para pasar aquí las vacaciones hasta el 15 de enero y la semana pasada fue a la Ciutat Esportiva para abrazar a sus excompañeros. La imagen se repetirá esta tarde en una Barcelona que siempre ha estado a sus pies y nunca mejor dicho el pasado miércoles cuando visitó la redacción de Mundo Deportivo, que le devolvió el cariño que siempre ha dado a este diario desde que entró con 12 años un 16 de septiembre de 1996 a La Masia. De Manuel Segura y Pere Puntí fue el primer reportaje junto a Jorge Troiteiro solo 13 días después. Fue Segura quien siempre creyó en él y quien incluso osó decíserlo a Frank Rijkaard cuando solo era un revulsivo en aquel Barça. “El blanquito será el más grande”, dejando al holandés con una mirada algo escéptica. La paciencia y el talento de Iniesta acabaron convenciendo a Frank y al resto del planeta fútbol.
Antes de revivir algunas de las más de 200 portadas de ha protagonizado en MD, subió a la planta 22 de nuestro edificio para disfrutar de las vistas de esa Barcelona que siempre estará a sus pies. Con el lógico respeto a las alturas, su gran amigo el balón le acompañó desde la cima, la misma desde donde quiso dejar el Barça.
El 15 de enero volverá a Japón y el 24 irá a Los Angeles para hacer una gira con el Vissel Kobe. La J-League arrancará el 23 de febrero. David Villa se unirá al técnico Juanma Lillo, los fisioterapeutas de su confianza Emili Ricart y Marc Vives, también inmersos en el Vissel, y Albert Benaiges, al mando de la Academia del club. Sus asesores Joel Borràs y Raül Llimós, de la empresa Sport & Life, viven casi en Japón para tutelar las numerosas peticiones de entrevistas
Hoy regresará al Camp Nou siete meses después para ver en el palco el Barça-Celta
y compromisos publicitarios como el de Ariel, cuyo spot rodó en Osaka. Sus suegros, su madre, su hermana y su cuñado ya le han visitado y con ellos ha podido visitar el parque de atracciones Universal Studios y el acuario de Osaka, Tokyo Disneyland y Nara, por ejemplo. Solo su padre, con miedo a volar, sigue resistiéndose aunque viendo a Andrés, Anna y sus tres nietos (Valeria, Paolo Andrea y Siena) casi a diario por Skype. Los dos primeros van a un colegio canadiense y la mayor hace 40 minutos diarios de clase en japonés. Andrés controla el vocabulario básico y va con intérprete por si acaso.
Conduce solo (allí el volante está en la derecha) de su casa en el centro, a unos 20 minutos de la ciudad deportiva del Vissel y sale por la calle con más tranquilidad que en Barcelona. Hasta en el supermercado con su familia nota el respeto de los locales, que han elevado el consumo de botellas de vino de la Bodega Iniesta consolidando a Japón como el país donde más exporta