Ya no son los malos
El Comité Técnico de Árbitros (CTA) hizo en noviembre el primer balance del VAR en el que, por ejemplo, se detalló que se anularon 11 goles por fuera de juego se concedieron otros 11. Además intervino en 14 jugadas de penalti y las simulaciones bajaron un 66%.
El primer año del VAR tiene otros datos que, sin ser matemáticos, sí son tangibles. El esencial, que los árbitros han dejado de ser el hilo argumental de muchas crónicas periodísticas. Ya no existen los errores fatales que les convertían en los malos de la película.
Palabras como robo y atraco, tantas veces utilizadas, prácticamente han desaparecido. Más aún, con el paraguas del vídeoarbitraje los reproches se dirigen más a los miembros del VAR que ven las imágenes dudosas, que a los colegiados que no las han visto o no las han sancionado. Se habla de pasividad o inhibición más que de calamitosa incapacidad arbitral.
El VAR, incluso con las insuficiencias de interpretación o aplicación que aún puedan apreciarse, es un gran avance. Y la prueba es que la UEFA lo aplicará ya en los octavos de la Champions, la RFEF en los octavos de final de la Copa del Rey y también asistirá en los playoff de ascenso a Primera. Y el próximo curso llegará a Segunda A. El fútbol es más justo