Segunda estrella para los ‘bleus’
Francia, con un juego poco vistoso pero efectivo, conquista el Mundial de Rusia 2018 derrotando en la final a una Croacia para el recuerdo
Griezmann y Mbappé brillaron con luz propia en el equipo dirigido por Deschamps
En la previa se habló de la Brasil de Neymar, de la siempre competitiva Alemania, de la España que parecía invencible y de la Argentina de Don Leo Messi. Pero pocos señalaron como favorita al título a la Francia que a la postre conquistó el Mundial de Rusia 2018. Lo hizo de la mano de un Didier Deschamps que, dos décadas después de levantar la copa como jugador, lo hizo desde el banquillo. A modo de ‘remember’, construyendo un equipo sólido, con juego no demasiado vistoso, pero con los destellos de un Griezmann hambriento de éxito y un Mbappé que promete marcar una época en esto del fútbol.
Francia ganó el Mundial porque (a su manera) fue el mejor equipo. No le hizo falta pasar del 39% de la posesión del balón en la final ante Croacia para imponerse a Modric, Rakitic y compañía por 4-2. Con intervención del VAR además, determinante para que se señalase en el 38’ un controvertido penalti que valió para llegar al descanso con 2-1 a favor.
Croacia, que se ganó la simpatía de la mayoría del ‘planeta fútbol’ gracias a ese sentimiento tan humano de apoyar siempre al que más débil, nadó hasta la extenuación para acabar muriendo en la orilla. Llegó al Luzhniki aquel 15 de julio habiendo superado dos tandas de penaltis (en octavos y cuartos) y un total de tres prórrogas en sus piernas; y lo acusó.
Los ‘bleus’ ya cuentan con dos estrellas en su camiseta y defenderán cetro en Qatar 2022, un Mundial que promete ser, cuanto menos, muy diferente a los vividos hasta la fecha