La renovación de Valverde
El técnico del FC Barcelona Ernesto Valverde firmó por tres temporadas. O sea, aún queda la próxima campaña para concluir su contrato. No es una cuestión de haber adquirido el compromiso por dos años más uno prorrogable, no. El acuerdo es por tres años, pero cada una de las partes puede denunciar antes y, tras pagar una indemnización, quedar liberada de la última temporada. Si hasta ahora la fórmula era un 2+1, ahora es un 3-1. O sea, Valverde no se plantea si quiere seguir, lo que debería estudiar es si no quiere continuar. Parece una pura cuestión terminológica, pero no es solo eso. Para que Valverde no esté, la temporada que viene debe existir un acto de alguna de las dos partes para decir no.
EN LA ENCUESTA REALIZADA por Mundo Deportivo en Navidades, casi el 80 por ciento de los socios consultados apostaba por la continuidad del técnico. Valverde no está en duda para la mayoría de la afición barcelonista. Otra cuestión es que los resultados no acompañen al final de la temporada. Pero ese es el día a día de cualquier entrenador. En el fútbol de hoy, más que nunca, los banquillos están sujetos a los resultados. A Valverde le ha ido bien hasta ahora. Solo tuvo un mal partido en Roma en una temporada globalmente notable tirando a excelente. Tal como está de concienciada la plantilla este año no volverá a pasar lo mismo. Si alguien elimina al FC Barcelona de la Champions será porque lo superará en fútbol, no en intensidad ni en fuerza psicológica.
LOS CICLOS DE LOS ENTRENADORES de los grandes equipos hoy apenas superan los tres años. Guardiola estuvo cuatro y, seguramente, todo el mundo estará de acuerdo en que sobró la última. Luis Enrique cumplió tres temporadas y Tito desgraciadamente no pudo pasar de una como el Tata, que se fue voluntariamente. El cargo de entrenador del FC Barcelona quema mucho, es muy goloso pero también muy exigente. Pero la sensación hoy es que tanto Valverde como el Barça se sienten cómodos en el tercer año