Messi, el primero en todo
El argentino se mostró como un capitán ejemplar
Leo Messi vivió ayer su primera jornada solidaria como capitán. Y asumió todo aquello que comporta lucir el brazalete y se mostró como un capitán ejemplar. Fue el primero en saltar al césped del Mini, provocando el delirio de los más 11.000 espectadores que aguardaban al equipo pero en especial al ‘10’. Y fue el primero en colocarse para la foto de familia.
Y al acabar Messi fue el primero en saludar a la grada, el primero en regalar balones a los aficionados y el primero en acudir a la zona en la que estaban los seguidores en silla de ruedas. Messi se pasó un buen rato firmando autógrafos, se hizo todos los ‘selfies’ que pudo y le regaló la sudadera con la que había entrenado a un joven discapacitado que se emocionó al poder saludar a su gran ídolo.
La grada vibró con Messi y pudo comprobar que es un futbolista único y especial incluso entrenando. Fue el único que no descansó en los partidillo, ya que era el comodín que siempre iba con el equipo que atacaba. Había tres equipos (rojo, amarillo y azul) y luego estaba Messi, de verde y siempre con el equipo que tenía el balón. Siempre atacando y nunca defendiendo.
Los espectadores alucinaron con Arturo Vidal o Jordi Alba, que se entregan igual en un entrenamiento que en un partido de Champions, certificaron el carácter ganador de Piqué, que protestó cabreado una decisión ‘árbitral’ y celebraron especialmente un golazo que marcó Leo Messi. Una volea de primeras con efecto que generó debate en la grada. “Ha sido suerte, era un centro a Arturo Vidal”, decían muchos. “Es Messi, no descartes que haya sido intencionado”. Con este argumento se acabó el debate
La grada comprobó que Leo es único y especial incluso cuando entrena