UN RODILLO
Un Barça Lassa intenso y con hambre pasa por encima del colista Darussafaka en el Blaugrana Los azulgrana ahogaron al rival con una gran defensa y sentenciaron antes del descanso
Puede que el Barça Lassa tenga todavía mucho margen de mejora pero es posible también que la imagen que dio ayer en la primera mitad ante el Darussafaka se acercara al ideal que persigue su técnico, Svetislav Pesic.
Con una defensa asfixiante a toda pista y muchos jugadores entregados, los azulgrana no tuvieron piedad del colista de la Eurolilga para sumar su novena victoria en 16 jornadas. No hubo mejor manera de iniciar el año y la segunda vuelta de la competición, en la que el equipo de Pesic busca hacerse en casa para asegurar pronto el playoff.
Thomas Heurtel, con 18 puntos, fue el líder anotador de un Barça irregular en su acierto ofensivo pero sólido e intenso atrás, que sacó a relucir sus mejores virtudes como colectivo. Aunque con menor protagonismo en minutos y tiros, la aportación de jugadores como Claver, Oriola, Blazic o Hanga permitió solventar este compromiso sin apuros y superar la presión propia de un favorito.
El Barça no quiso el más mínimo susto desde el inicio y mostró sus intenciones con una defensa presionante a toda pista que ahogó al rival desde el inicio. Los dos triples iniciales del Darussafaka no tuvieron continuidad ante el aluvión de pérdidas, el control del rebote de los locales y los contraataques que supo lanzar Hanga a la perfección.
En juego estático Tomic tuvo su papel, quizá no tanto cerca del aro como distribuyendo desde el poste medio ante un Michael Eric que no le llevó a su terreno. Con todo ello, las ventajas de los azulgrana al final del primer cuarto eran ya de 13 puntos (29-16) y no aparecían argumentos para pensar que bajara la guardia.
De hecho, el Barça no bajó su intensidad en el segundo cuarto y, sin necesidad de lanzar mucho de tres puntos, mantuvo y amplió sus rentas de forma progresiva. La diferencia en rebote y la dureza fueron claves para no temer por reacciones del rival, apurado en tiros lejanos al límite de la posesión y sin acabar de encontrar continuidad en sus referentes, Douglas, Diebler o Kidd. Al descanso se llegaría ya con un 54-27 definitorio que dejaba casi todo sentenciado.
Los turcos trataron de salvar algo su imagen tras el intermedio con algo más de concentración en
ataque y colocándose en una defensa zonal que inicialmente despistó algo a los locales pero no hizo más que bajar algo el ritmo. Las diferencias no se redujeron porque, entre otras cosas, Thomas Heurtel encontró el momento para exhibir sus cualidades ofensivas con canastas de toda factura, especialmente suspensiones tras bote o penetraciones de mérito ante los pívots rivales.
Las rentas superaron los 30 puntos y los turcos fueron concediendo más espacios en su planteamiento defensivo excesivamente conservador. Pesic aprovechó para reservar algunos efectivos y dar entrada a jugadores como Rolands Smits o Kuric con los que no había contado y que también se incorporaron al ritmo anotador.
Toda una inyección de confianza para todos en el intento de empezar el año