30 goles menos
Cuando el Barça salga mañana al Coliseum, ya conocerá el resultado de sus inmediatos perseguidores. Sevilla y Atlético se miden entre sí en un partido del que lo único que puede asegurarse es que resulta imposible que ganen los dos. Uno, otro o ambos perderán puntos.
El duelo del Pizjuán es un aditivo más a la exigencia eterna del campeón que le obliga a ganar cada vez que juega, pero ganar en Getafe no va a ser fácil. Bordalás ha construido, futbolísticamente hablando, un equipo incómodo, agresivo y eficaz.
Después de 17 partidos, es séptimo clasificado habiendo metido sólo 18 goles. Es decir, 30 menos que el Barça pero, como contrapartida, el próximo anfitrión únicamente ha encajado 13. O sea, 6 menos que el Barcelona y dato que explica su rentabilidad. Gente de oficio que sabe navegar como nadie sobre las olas del tiempo y del reglamento, espera al campeón.
Para ganar ahí, el Barcelona debería procurar jugar al fútbol más que nunca. Si el partido se vuelve físico, la ventaja será claramente local. Si se hace técnico, moviendo rápido el balón y buscando espacios, las opciones del Barcelona se multiplicarán por tres. Como los puntos que están en juego... más los que Sevilla y/o Atlético hayan perdido unas horas antes