La decisión de Isco fue errónea

Isco tuvo en sus manos cambiar el blanco por el azulgrana hace poco. Pero no se atrevió a dar el osado paso que en su día dieron Luis Enrique desde Madrid a Barcelona o, a la inversa, Laudrup y Milla. En 2017 estuvo tentado de no renovar y llegar libre al Barça en el verano de 2018. Desde el Camp Nou se le ofreció una buena prima de fichaje y protagonismo si se iba Iniesta, o pasar sus últimos años con el genio de Fuentealbilla. Bueno, junto a Andrés y junto a Messi ,su ídolo, con cuyo nombre bautizó a su perro. Y a los canes, ya se sabe, no se les cambia el nombre porque luego ya no obedecen. El paso era duro, debía estar dispuesto a pasar un año de ‘rajadas' internas y en los medios, a ser tratado como un traidor en tertulias nocturnas salchicheras. Isco renovó apoyado en Zidane y en el cariño de la afición blanca. Pero un año después ‘Zizou’ se fue, fulminaron a Lopetegui y llegó Solari, que ayer le humilló sacando a Cristo y Brahim antes que a él. Muy duro