Ni por prescripción médica
La enfermería se llena de pacientes pero Isco sigue sin contar
Quedan 17 días para que el mercado de fichajes baje la persiana y habrá que esta atento a lo que pase en el Real Madrid. Porque aunque a priori la puerta de Chamartín parecía estar cerrada, la situación de Isco Alarcón invita a pensar que su tiempo como jugador blanco puede estar llegando a su fin. Al menos mientras Solari siga al frente del equipo.
El malagueño volvió a quedarse en el banquillo. Desde el 28 de octubre del pasado año, cuando formó parte del once inicial ante el Barça, no ha vuelto a ser titular, ni tan siquiera en el último partido de la Copa del Rey ante el Leganés. Y eso que lo está teniendo todo a su favor -menos a su entrenador- para jugar de inicio. La plantilla blanca está hecha unos zorros a causa de las lesiones. Sin Bale, Asensio, Kroos, Mariano y Llorente, todos en la enfermería, además del sancionado Lucas Vázquez, su titularidad debía haber sido un hecho en el Benito Villamarín aunque sólo hubiera sido por prescripción médica ante la falta de efectivos. No fue así. Siguió en el banquillo y no jugó ni un minuto pese a que Benzema, con una fisura en el dedo meñique, se unió al amplio club de los lisiados.
Atentos, pues, a lo que pueda pasar con Isco de aquí al 31 de enero porque todo indica que su divorcio con Solari parece no tener visos de reconciliación. Tanto es así que los malpensados apuntan que el técnico cambió ayer el sistema (alineó un ‘1-5-3-2’ que el Real Madrid no utilizaba desde hacía dos años, cuando lo hizo en El Sadar) para tener una coartada a la hora de justificar la nueva ausencia del malagueño, de difícil encaje en es- te esquema de juego.
Cierto o no, su nueva suplencia fue otro mensaje más a Isco de So- lari, que también ha empezado a ‘mensajearse’ con Marcelo. El bra- sileño, lejos de su mejor momento, ya fue sustituido ante la Real So- ciedad y ayer ante el Betis ni fue ti- tular ni salió durante el partido. Otro más bajo la lupa. Y van...
Tampoco tuvo sitio en el ‘1-5-3-2' propuesto por Solari, que dio un ‘toque' a Marcelo