Jugadores (demasiado) precoces
La precocidad puede jugar en contra de algunos futbolistas. No todos tienen la suerte de hacer dos vaselinas perfectas y marcar un golazo en el día de su debut en Liga en el Camp Nou. Leo Messi asombró a todo el día que salto al césped del estadio por primera vez con su primer gol, unos pocos minutos después de que le hubieran anulado otro de perfecta e idéntica factura.
Las vaselinas de Leo Messi contra el Albacete el 1 de mayo de 2005 a pase siempre de Ronaldinho, marcaron un buen inicio para la carrera azulgrana del argentino.
Aquel día todo le salió bien al genial Messi. Sustituyó a Eto’o y convirtió el número 30 de su recién estrenada camiseta en la pesadilla del guardameta Valbuena. El magnífico estreno de Messi dio paso a una historia de todos conocida. Cinco balones de oro, Champions, Ligas, Copas, Supercopas, Mundialitos, y una larga lista de récords que le han convertido indiscutiblemente en el mejor ‘player' de todos los tiempos.
En los últimos años el Barça ha generado jugadores-estrella cuya precocidad no fue lo exitosa que fue la de Messi. Es el caso de Bojan Krkic ,de Gerard Deulofeu y Munir El Haddadi.
De la mano de Frank Rijkaard, Bojan fue el jugador más joven en debutar en Liga rompiendo el récord de Leo Messi. Bojan debutó el 16 de setiembre de 2007 –con 17 años y 19 días- al sustituir a Giovani dos Santos en un partido contra Osasuna.
Pocos jugadores han creado tanta expectativa como Bojan, pero el joven jugador sucumbió a la presión de la alta competición y pese a que su carrera le llevó a Italia, Holanda, Inglaterra y Alemania nunca pudo ser el jugador que todos esperaban. Guardiola fue su último entrenador y su no alineación en Wembley en la final de la Champions contra el Manchester United –Pep hizo salir al terreno de juego a Afellay en el minuto 92- significó su marcha definitiva del Barça.
Con Gerard Deulofeu paso algo similar. Lo intentó todo y el Barça le dio todas las oportunidades, hasta que se desprendió de él. Deulofeu también se convertiría en un ‘globetrotter' del futbol y jugo en Inglaterra e Italia. Un fallo clamoroso en la pretemporada 2014-2015 en un amistoso en Helsinki le sentenció. En un dos contra uno no cedió el balón a su compañero y el defensa le robó el balón lo que provocó una bronca monumental de Luis Enrique. Y aunque tuvo muchas otras oportunidades su individualismo y mala suerte ante el gol marcó su carrera azulgrana.
Munir el Haddadi fue el tercer jugador más joven en debutar con el Barça. Impresionó en sus primeros partidos. Tanto que incluso se hablaba de él como el Messi africano.
Munir debutó en un Barça-Elche de Liga en agosto de 2014 y enamoró. Marcó un golazo en el minuto 46 y desde aquel día poco más pudo hacer, siempre tuvo mala suerte de cara a los marcos rivales. En el Barça nunca encajó con Messi. En algunos videos se ve las tremendas quejas de sus compañeros ante sus incomprensibles fallos a boca de gol.
Tras jugar cedido en el Valencia y el Alavés, y a la vista de sus pocas posibilidades de ser titular en Barcelona, Munir fichó definitivamente por el Sevilla por un millón de euros. El ex jugador del Barcelona escribió en Twitter: “Llegué a este club cuando tenía 16 años con la ilusión de un niño y con los sueños que todos los que entramos en La Masía tenemos. Viví la realidad de crecer y compartir vestuario y equipo con los más grandes y aunque tuve que salir en dos ocasiones, volví y lo seguí intentando. Ahora me vuelvo a ir. En esta ocasión comprometiéndome con otro club que también cuida el fútbol. Siempre os llevaré en mi corazón”.
Empezar joven puede ser una gran ventaja, pero la historia del fútbol está llena de jugadores a los que llegar pronto al Barça y jugar con los más grandes se convirtió en una dificultad adicional que no pudieron superar. Messi debutó junto a Eto’o y Ronaldinho, pero marcó de vaselina y su confianza se tradujo en una historia sin límites
La historia está llena de jugadores a los que llegar pronto al Barça se convirtió en una dificultad