FRENAZO EN SECO
El Barça vio cortada su buena racha ante el Maccabi en un partido en el que llegó a perder por 38 puntos El conjunto azulgrana reaccionó al final y maquilló el resultado, pero su imagen en general no fue buena
Llegaba al Barça a Tel Aviv con una notable racha de cinco victorias seguidas en la Euroliga, lo que le había dado la posibilidad de asomarse a las posiciones de cabeza de la competición y había hecho que sus aficionados comenzaran a ilusionarse con la posibilidad de grandes gestas, pero el topetazo en el Menora Mivtachim Arena fue mayúsculo. Simplemente, el Barça no tuvo ninguna opción ante el Maccabi, ante el que llegó a ceder por 38 puntos de diferencia (78-40) en el minuto 27. Sí, 38 puntos. Los azulgrana, tirando de orgullo, remontaron con un parcial de 0-20 en el último cuarto, en el que la desconexión mental de su rival también ayudó, y al final acabaron cediendo por 16, la misma diferencia por la que ganaron en el Palau –lo cual puede ser importante por el ‘average’– pero lo cierto es que todo eso no oculta la tremenda impotencia que vivió el combinado barcelonista durante muchas fases del encuentro.
El Barça se presentó con una estadística meritoria: había encajado 70 o menos puntos en seis de sus últimos ocho encuentros. Sin embargo, salió con 99 puntos a sus espaldas. En el segundo cuarto se vio total y absolutamente superado por su rival, mucho más intenso, mucho más acertado y mucho más rápido. En esos 10 minutos encajó 34 puntos y perdió 8 balones. El Maccabi, hay que reconocerlo, jugó de forma notable en general y excelente en bastantes fases del encuentro. En la primera parte, por ejemplo, sólo dejó al Barça capturar un rebote ofensivo (esa es una de las grandes armas de los azulgrana) y enchufó 11 de los 19 triples que lanzó. Se trata de un equipo que comenzó la temporada errático, aldos go motivado también por las lesiones, pero que ha mejorado mucho con su nuevo entrenador, Ioannis Sfairopoulos, y se ha colocado en un nivel muy alto en las últimas semanas, como demuestra su triunfo la pasada jornada en la pista del CSKA.
Varios de los grandes referentes del equipo de Svetislav Pesic estuvieron muy por debajo de sus prestaciones habituales y, de hecho, los máximos anotadores y los dos mejores en Valoración fueron dos jugadores que salieron del banquillo, Pierre Oriola y Pau Ribas. El quinteto titular se quedó en 37 puntos. Poco pollo para tanto arroz. El encuentro se mantuvo más o menos equilibrado en el primer cuarto (23-20), pero el parcial de 34-15 del segundo fue demoledor. El mensaje de Pesic en el vestuario en el descanso fue seguramente elevado de tono, pero las cosas no mejoraron demasiado y el Maccabi volvió a ganar el parcial del tercero metiendo 28 puntos. El 0-20 del último cuarto pareció dar un poco de esperanza, pero la diferencia era muy grande como para esperar milagros de ese tipo, así que los 16 puntos finales se pueden calificar de maquillaje.
El Barça, en resumen, emborronó su buena marcha de las últimas semanas. En lo que respecta a la clasificación la derrota no es excesivamente preocupante, ya que la cuarta plaza, la última que da ventaja de campo en el playoff, sigue a tiro. Por otra parte, entra dentro de lo lógico perder en la pista de este Maccabi que está en tan buena dinámica, pero el -38 que se llegó a ver en el marcador y la imagen que transmitió el equipo en algunas fases del partido es un claro paso atrás