Equivocarse con el VAR es muy grave
Real Madrid, dos partidos en cuatro días. Copa en el Camp Nou, sensación de dominio inicial, equipo compacto, centro del campo como en sus buenos tiempos, con un Modric que ha regresado, un Kroos trabajador e inteligente y un Llorente de gran poder físico y contundencia. Días después, en el Metropolitano, superioridad manifiesta frente a un Atlético que ha perdido fuerza en mediocampo y tiene agujeros considerables en la defensa que era su arma preferida. Nota: a los defensores del VAR, aparte del trazado de líneas en fueras de juego o de gol, para lo que es interpretativo, para las jugadas en que tiene que intervenir no un arbitro sino varios, les digo lo mismo: no sirve, porque antes se equivocaba de forma rápida y directa un arbitro y dos liniers. Ahora se para el juego, intervienen no sé cuántos en un túnel que se ve de lejos con cámaras de televisión y al final se equivocan como se equivocaban antes pero ahora con más ‘inri’, es decir, con menos excusas. La jugada en la que Vinicius se adelanta a Giménez y, antes de entrar claramente en el área, por su propio impulso cae dentro y acaba en penalti, lo que es un escándalo sin precedentes si se han tirado cuatro minutos pasando las imágenes adelante y atrás con reiteración. Y así muchas situaciones que no garantizan el acierto y lo que hacen es parar el juego, que en fútbol es la base de este deporte, la continuidad total. Si a un portero por retrasar el juego 10 segundos le sacan tarjeta, parar varias veces el juego 3 o 4 minutos en un partido hace que el fútbol se haya convertido en otra cosa. Punto final.
El Real Madrid, que hace dos o tres meses parecía liquidado, con grandes problemas de organización en todo el equipo, ahora está solidificado y en estos momentos lo tenemos en Copa, en la Champions y ahí está en la Liga.
El Barça sigue siendo sin duda el favorito para la Liga pero debemos apuntalar el grupo y evitar situaciones que a veces dan la impresión de crear problemas donde no los debe haber. Por ejemplo, en el sistema defensivo es evidente que la plantilla tiene dos laterales derechos diferentes pero de buen rendimiento, Semedo y Sergi Roberto. En el centro, Piqué está sensacional,
Lenglet con ciertas dudas cumple, Umtiti a ver cuando vuelve, Vermaelen para determinados momentos aporta experiencia y seriedad y Alba es un defensa-extremo de primer nivel. Ahí choca que en este mercado de invierno se haya firmado a Murillo, desaparecido, a Boateng, que debutó en Sevilla y se le ha perdido la pista, a Todibo que es fichaje de futuro, y en cambio no se haya previsto la incorporación de un lateral izquierdo que pudiera ser un suplente válido.
Espero que esto no sea un agujero en los cuatro meses que quedan de competición. En otros momentos sería imprescindible que en el ‘planning’ de la plantilla hubiese dos jugadores por posición. A partir de ahora, el campeonato alcanza el máximo nivel y los futboleros ya están frotándose las manos