TRES PUNTOS Y GRACIAS
El conjunto de Valverde regresa a la buena senda de los triunfos, pero su partido deja en el aire algunas dudas Piqué volvió a ser el puntal de un Barça impreciso, con demasiadas pérdidas, y Messi resolvió de penalti
El Barça no se podía permitir anoche dejar de sumar los tres puntos ante el Valladolid y no falló. Sin embargo, su partido ante uno de los candidatos al descenso no despejó, ni mucho menos, las dudas ante el auténtico Tourmalet que ya asoma, a la vuelta de la esquina. El equipo de Valverde tenía que brindar una buena actuación para festejar la renovación de su entrenador, pero desplegó un juego espeso, impreciso y con poca continuidad. Amarró los tres puntos con un penalti transformado por Messi y cometido sobre Piqué, que volvió a ser un puntal, si bien es cierto que el tanteador pudo ser mayor ante un Valladolid al que su portero, Jordi Masip, salvó de salir escaldado del Camp Nou, especialmente al detener un segundo penalti a Messi y en acciones ante el propio Leo y un desacertado Suárez. Y es que, pese al flojo partido del Barça y al buen planteamiento defensivo pucelano, la diferencia es abismal.
El Barça afrontó mal el partido, con pérdidas de de balón de actores tan importantes como Messi y Dembélé en su busca del desequilibrio o de Arturo Vidal, que resurgió en los últimos minutos para dar solidez al equipo ante un Valladolid a la desesperada, y Aleñá, los interiores ayer, muy imprecisos. Leo jugó los noventa minutos, pero pocas veces pudo romper con sus slaloms, aunque en un segundo tiempo generó todo el juego ofensivo del equipo.
Boateng, que tuvo un disparo que detuvo Masip e intentó un chut lejano que bien pudo llegar al Cementiri de Les Corts, descontó minutos a Luis Suárez en su segunda titularidad desde que fue fichado en el mercado de invierno. Jugó junto a Dembélé, que intentó dar verticalidad con cambios de ritmo interiores sin demasiado éxito, y Messi, muy cubierto y empecinado en meterse entre líneas por el centro, ahí donde había menos espacio a causa del planteamiento de Sergio González, con tres centrales más otra línea de tres por delante.
Con este escenario, el Barça, espeso en ideas, con muchas pérdidas y sin encontrar situaciones de ventaja en las posesiones, ni explotaba con soltura las bandas ni encontró espacios interiores por los que hacer daño. Tampoco sufrió grandes angustias ni sobresaltos en defensa, porque al Valladolid, aunque intentó salir a la contra por las bandas, tampoco le llegaba para grandes alegrías. Y, cuando el Barça se rompió en transiciones defensivas, el pucelano fue un equipo muy desacertado en la definición.
Así hasta un minuto loco, con dos protagonistas: Messi, para lo bueno y para lo malo,y Piqué. Leo se activó de repente y, pese a estar rodeado de rivales, se sacó de la chistera un disparo que salió desviado a córner. A la salida del córner, el argentino, muy impreciso, perdió un balón peligrosísimo, que generó una transición del Valladolid con ventaja numérica de cinco contra dos. Pero, a la hora de definir, el centro del lateral Nacho fue horroroso: tiró fuera y regaló el balón a un Barça desguarnecido.
Y, mientras el propio Nacho y otros compañeros suyos se lamentaban sobre el césped ante la desesperación de Sergio, Ter Stegen sacó rápido y Piqué, quién si no, organizó una rápida contra-réplica. Tres contra tres. Buscó a Dembélé, éste a Messi y Messi, inseguro, la devolvió a Piqué, que fue agarrado por la espalda por Michel y cayó cuando iba a rematar. Leo, protagonista de toda la secuencia, no falló.
Héroe Masip
Masip, que ya había adivinado la intención de Messi en el penalti, se lució con un paradón a remate del argentino, tras centro de Jordi Alba en una de sus pocas activaciones por su banda al inicio del segundo tiempo, y aguantó un cara a cara con Boateng, que llegó a superarlo y cayó tras un contacto con el meta, y otro, clarísimo, con Luis Suárez. El partido mantuvo su guión, abierto y con idas y venidas, cuando el Valladolid abrió líneas, hasta unos minutos finales en que Masip se puso la capa de héroe