Optimista, pero respetando al Lyon
Empezamos una semana con el Barça más líder en la Liga y a punto de afrontar el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. Una vez más, se demuestra que de fútbol todo el mundo se piensa que entiende mucho cuando en realidad no entienden ni los entendidos. Es verdad, y admito haber tenido esa sensación, que en los últimos tres partidos el Barça ha jugado por debajo de sus posibilidades, pero la matemática nos dice que hoy estamos más lejos en la Liga de nuestros perseguidores. En general, se esperaba el partido ante el Valladolid como una ocasión para que el equipo se reencontrara con las buenas sensaciones antes de la eliminatoria europea, y eso no se logró pese al triunfo, en un partido bastante embozado y nada fino. El sábado, quien más quien menos, tenía esa mala impresión. El domingo, sin jugar, esos partidos del Barça ya no se veían tan flojos. ¿por qué? Sencillo: a la hora del vermut, el Madrid se la había pegado en el Bernabéu ante el Girona cuando nadie lo esperaba y ya todo se veía de otro color. Es el encanto del fútbol. De la euforia al desencanto se pasa en un ratito. El mismo Madrid hablaba ya de triplete sin disimular. Ahora vuelven a estar a nueve puntos, además de tener un ‘goal average’ muy desfavorable respecto al Barça, que al final puede ser otro punto.
La lección que deja el fin de semana es la misma de siempre y se repite desde que el fútbol es fútbol: hay que ser siempre humilde y mantener la tranquilidad. Diría que eso es una de las cosas que más me gustan del Barça de Valverde, el no tirar nunca las campanas al vuelo. Y, prescindiendo de tópicos que se dicen cuando estás en activo, que la gente lo tenga claro: con un gran partido tuyo te animas, pero con las pifias de los demás, también. No nos engañemos con eso. Repito, los que hemos jugado lo sabemos.
Ahora toca el Lyon en Lyon y, de entrada, diré que es bastante mejor equipo que lo que la gente cree. Sabe jugar al fútbol y si te despistas te la puede liar. Yo confío que no será así, porque el Barça jugando a su nivel es superior. Pero ojo: debe jugar a su nivel. Vengo escuchando que el equipo no está en su mejor momento físico, pero yo no creo para nada en eso. La temporada es muy dura y hay que ganar los partidos buenos, los regulares y los malos. Y, por ejemplo, el otro día ante el Valladolid, el Barça lo hizo. Ahora llega la Champions y eso te obliga automáticamente a echar el resto. De las últimas eliminaciones del Barça en la Champions diría que la única que te deja una gran espina clavada es la última, en Roma. Porque que te elimine la Juve o el Atlético, por cierto dos equipos con un estilo que le resulta muy molesto al Barça. entra dentro de lo posible, igual que otra vez tú puedes echarlos a ellos. Hay que tener muy claro que los otros también juegan. Pero lo de Roma, con un 4-1 en el Camp Nou, sí es la gran decepción de los últimos años. Era casi imposible que te dejaran fuera, pero te dejaron. Si pasamos a cuartos, como espero, me pediría otra Roma, no al Bayern, ni al City, ni al PSG. Que quede claro.
Espero que aquella experiencia le sirva al Barça para extremar la concentración en una competición en la que un mal rato te puede dejar en la calle. Y repito, respetando al Lyon, porque es un rival que juega bien al fútbol, algo así como el Ajax ante el Madrid. Aun así soy optimista, porque prefiero para el Barça a los equipos que juegan que a los que no dejan jugar