Demostración de fuerza
“Tengo ganas de volver a Colombia”, dijo Froome
Finalizado el Tour de Colombia 2.1 llega la hora de hacer balance de una carrera en la que ha quedado de manifiesto el poderío del ciclismo local y la enorme pasión con la que la afición vive el ciclismo en Colombia, tomando cada metro de las calles desde la primera a la última etapa, aunque al final el exceso de celo de algunos puso en peligro la integridad de los ciclistas. Una situación que, dada la fogosidad de los aficionados, se veía venir, hasta que en la última etapa Iván Ramiro Sosa y Nairo Quintana se fueron al suelo, aunque por fortuna sin consecuencias para su integridad, acabando segundo y primero la jornada. Un final de competición en la que se vio la mejor versión de ‘Naironman’, pasando al ataque y siendo agresivo, lo que sin duda esperan de él ver los aficionados en citas de mayor calado a lo largo del año.
Una prueba que constata el boom del ciclismo colombiano, con buenos ciclistas en todos los terrenos, ya sean en la montaña o en la lucha codo a codo del sprint, aunque por desgracia vio como uno de sus caballos ganadores, Fernando Gaviria, se bajaba de la bicicleta por enfermedad. Siete de los ocho primeros clasificados fueron ‘cafeteros’, en una cita que ya se ha hecho un hueco en el calendario internacional y que cada vez seduce a más ciclistas de renombre internacional, quienes se deshacen en elogios a la prueba, tal como han hecho Julian Alaphilippe, Bob Jungels o Chris Froome, que ha prometido que repetirá la experiencia.
Tiene además el Tour de Colombia la virtud de mostrar al mundo a jóvenes corredores llamados a hacer grandes cosas. En 2018 fue Egan Bernal (22 años), que después acabaría haciendo una gran temporada, y este año, y con la misma edad que tenía el de Zipaquirá, se ha visto al recién llegado al Sky Iván Ramiro Sosa (21 años), para el que incluso trabajaron a destajo Chris Froome y el propio Bernal; sin olvidarnos de Daniel Felipe Martínez (EF Education First), de 22 años