Segunda cruzada anti Ducati
Esta vez sus rivales abandonan el seno MSMA e implican a la FIM
Con la llegada delos 4 Tal a categoría reina en 2002, Ducati se animó a abandonar su tradicional feudo de Superbikes y un año después en 2003 aterrizó en la nueva MotoGP y ya no se han bajado del carro de la vanguardia. Primero fue con su motor desmodrómico que catapultaba a las Ducati a lo más alto del ránking de velocidad punta, y desde hace un quinquenio llevan la iniciativa en temas de aerodinámica pillando a los demás con el paso cambiado gracias a su habilidad en encontrar una zona gris en el reglamento. Y es hoy un deflector fijado al basculante, en principio para refrigerar la goma trasera, el que será juzgado si es legal o no en la vista ante el Tribunal de Apelación de la FIM. En esta segunda cruzada anti Ducati sus rivales han abandonado el seno de la MSMA, la asociación de constructores, para implicar ya a la FIM y, quien sabe, si al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Nadie discute la calidad como ingeniero deGig iD all‘Ig na, ex Aprilia y desde noviembre de 2013 director general de Ducati, pero por lo que siempre ha destacado ha sido por su gran capacidad como gestor. Creó cuatro áreas de trabajo independientes: Motor, Chasis, Electrónica y una que ninguna otra fábrica de motos tenía en consideración: Aerodinámica, del que forman parte una veintena de ingenieros.
Desde que en 2015 Borgo Panigale recuperó el viejo concepto de los alerones para buscar mayor carga aerodinámica en el tren delantero, ha ido uno y hasta dos pasos por delante de sus rivales en soluciones con alas, aletas, alerones o apéndices en los carenados que sirven para sujetar esa rueda delantera al suelo en las aceleraciones y estabilizar la moto en las frenadas. Y los demás, a copiar.
A finales de 2016 ya hubo una primera cruzada anti Ducati, pero dentro de la MSMA, al conseguir el resto de fábricas que se prohibieran las alas, vistas como una suerte de ‘cuchillas’ que ponían en peligro a los pilotos. También FIM y Dorna vieron la oportunidad de frenar la interminable escalada de costes.
Y en 2017 Ducati optó por camuflar las grandes alas dentro del carenado, con algunas propuestas bastante extravagantes, y como no excedían los límites estaban dentro del nuevo reglamento. Por otra laguna en el reglamento en 2018 se produjo otro festival de poner y quitar piezas (aletas, hendiduras) sin tener que homologar un nuevo carenado –dos por temporada– al que todos se acabaron sumando. Para 2019 se endureció el reglamento eliminándose la posibilidad de retirar esos elementos que permitía disponer de varias versiones con una misma homologación. Ahora una nueva propuesta de Ducati, partiendo de la base de una solución probada el año pasado por Yamaha, ha vuelto a revolver el gallinero
A finales de 2016 ya hubo la primera cruzada por culpa de las alas de Ducati