Trincao, mejor si te cambias el nombre
Trincao, ya sabes, cuando te presentes dí que en tu camiseta ponga Francisco, tu nombre, o ‘Cao’, un diminutivo, cualquier cosa menos Trincao, porque lo que molesta del fichaje del extremo portugués, un talento, es que se llama Trincao, como si eso se pudiera elegir. Poco importa que seas la perla del fútbol portugués o que te comparen a Cristiano Ronaldo y a Figo, 31 millones de euros parece una fortuna si se paga por un tipo que se llama Trincao. Así que mejor utilizar el Francisco Antonio Machado Mota Castro antes del Trincao para contentar a todos los que piensan que haberse adelantado al Real Madrid, City y United es algo sencillo y posible.
Los 69 kilos de peso de Trincao serán mirados con lupa precisamente aquí, donde siempre se han valorado los tipos bajitos. Pero poco importa lo que te cuente ahora, el clima es el que es. Sin más.
Se lesionó Luis Suárez y parecía una urgencia fichar un ‘9’. Craso error. El FC Barcelona ya había fichado a Griezmann en verano. La secretaría técnica hizo lo que es preceptivo en estos casos, contactar con delanteros que estuvieran en el mercado. La lista, si no la conocen, se la refresco: Willian, Stuani, Llorente, Bakambu y Rodrigo. Con todos hablaron, de todos conocían situación contractual y precio. Con Rodrigo, el que realmente interesaba , negociaron pero era demasiado caro. Rodrigo no era un sustituto sólo de Luis Suárez, era un comodín por si se lesionaba Dembélé de nuevo.
Bakambu es un caso entrañable. Abidal contactó con su representante, tenía buenas referencias de él y por culpa del coronavirus llegaba cedido. Se emocionó Bakambu, tanto que sin pedir permiso se bajó del desplazamiento de su equipo en Corea por si las negociaciones con el Barça fructificaban. Llegó a hablar con su amigo Griezmann. Pero no daba el perfil. Abidal y Planes habían hecho su trabajo: detectar un ‘9’ en el mercado que pudiera incorporarse al Barça. Pero la decisión de la directiva era invertir sólo si el delantero valía la pena.
Bakambu se sintió por unas horas jugador del Barça, las redes sociales crean estos espejismos difíciles de controlar. Sí, es verdad, hablaron con su representante, pero nunca le dijeron que se quedara en Hong Kong por si finalmente el Barça decidía arriesgar.
Es el sueño de cualquier terrícola, sentirse aunque sea durante unas horas jugador del FC Barcelona. Es lo que figura en el Linkedin de Bakambu: por unas horas soñé con jugar al lado de Messi y Griezmann.
Me flipa el reto de Dolly Parton, el famoso #DollyPartonChallenger. La famosa cantante country colgó un collage con fotos que ella escogería para las cuatro redes so
Rodrigo era caro y Willian, Stuani, Llorente y Bakambu no encajaban en el modelo
ciales que empleaba. Para Linkedin escogió una imagen recatada y seria, la misma que colgaría Bakambu. En Facebook, una más festiva con uno de esos horribles jerséis navideños que sirven para ganar el concurso al atuendo más ridículo en Navidad. En Instagram, la imagen sensual con su guitarra toda vestida de ‘denim’ y en Tinder, la más sexy de conejita de Playboy.
Quique Setién seguramente eligiría la foto de su presentación en el Barça para el Linkedin porque que en tu curriculum ponga ‘entrenador del Barça’ es brutal. En Facebook colgaría la foto de su primera charla con Messi, porque para sus amigos y conocidos es una pasada que entrene a Leo. Para Instagram, la imagen con Riqui Puig. Sí, Instagram es la red del postureo, también la que transmite imágenes de felicidad. Y que un entrenador confíe en Riqui provoca buen rollo. La de Tinder sería una foto de Setién celebrando un título, que es lo que tiene más gancho, aunque para eso tendremos que esperar. Así que nada mejor para enamorar a la afición (y hasta la directiva azulgrana) que una foto con Dembélé, el auténtico reto de Setién. Se ha empeñado el entrenador en recuperar al francés para el fútbol y lo mima con esmero. Valverde se había cansado hace días. El ‘challenger’ realmente importante para el cántabro es convertir a Dembélé en un jugador importante en la plantilla azulgrana, en el once titular, pasar de ser un fracaso al ‘jugador revelación’. Hasta Dolly Parton lo aplaudiría
Griezmann complementa a Messi y Dembélé es el auténtico reto de Quique Setién
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