Primero yo, después el Barça
N Los socios del Barça ahora ya saben qué cara tiene Rousaud
n Emili Rousaud era hace cuatro meses transparente, un directivo del FC Barcelona del que sólo se sabía que tenía un primo en la junta del RCD Espanyol. Trasparente y poco activo en la vida social del club, transparente y poco amigo de exponerse. Hasta que decidió que podía ser candidato a la presidencia del club dado que su compañero de junta Jordi Cardoner no se presentaría como número 1. Tendría un año y medio para preparar las elecciones a la presidencia desde dentro, aprovechándose de la maquinaria del club para darse a conocer ante una masa social azulgrana que poco o nada sabía de él. Pero la pérdida de confianza de Bartomeu después de que hace cuatro meses lo nombrase vicepresidente institucional ha animado a Rousaud: Primero yo, después el Barça.
Cuando el martes antes del almuerzo recibió la llamada de Bartomeu poco pensaba Rousaud que sería para pedirle su dimisión. Había apostado Rousaud por cuestionarle a Bartomeu su forma de presidir el club y cuestionar también a ejecutivos que gozan de la máxima confianza por parte del presidente, como es el caso del CEO Óscar Grau y sobre todo, Jaume Masferrer, asesor del presidente y señalado por el caso de las redes sociales.
Rousaud escogió un diario económico ‘El Economista’ para comunicarle a los socios del Barça que quería ser presidente. Fue el 2 de febrero. Semanas después llegó a la conclusión que Bartomeu le molestaba, restaba más que sumaba a su candidatura continuista, así que era mejor bombardear su gestión, intentar minar su mando, levantar al resto de directivos, incluida Maria Teixidor, a la que el presidente había apoyado en su línea de darle visibilidad al fútbol femenino y al universo mujer.
Pero ‘ Barto’ descolocó a Rousaud. Cuando menos lo esperaba, el presidente enseñó su diente de tiburón: dimisión de los directivos que promovieron el motín y un daño colateral ( Silvio Elias).
El degradado primero, dimitido después candidato a la presidencia le ha tomado el traje prestado a Joan Laporta y ha rentabilizado mediáticamente la decisión de ‘ Barto’ de prescindir de él presentándose como el Robin Hood de una junta que, según insinuó, ha protegido a alguien que ha metido la mano en la caja del club, una acusación impactante. Ha pensado Rousaud que podía adecuar el slogan de la primera candidatura de Laporta, que agrupaba jóvenes y entusiastas barcelonistas con ganas de iniciar un cambio, el ‘Primer, el Barça’, con un ‘Primero yo, después el Barça’. Ahora ya todos los socios del Barça - y los del Real Madridsaben qué cara tiene Rousaud y saben, además, que la fidelidad no es una de sus virtudes
HBartomeu molestaba a la candidatura continuista; mejor bombardearlo
El presidente descolocó a los promotores del motín, con un daño colateral