De momento, ya tenemos Alemania
Ya sabe quien viene leyéndome en los artículos de los martes en Mundo Deportivo que siempre he defendido como prioridad acabar las Ligas que estaban ya muy avanzadas antes que empezar una nueva. Por resumir, diré que si hay que convivir con el riesgo de tener que volver a parar la competición porque este dichoso coronavirus nos obliga a tener que volver a encerrarnos en casa, por pura matemática creo que ese riesgo se incrementa si hacemos borrón y cuenta nueva y quedan por delante 38 jornadas por jugarse que si solamente faltan once, como por ejemplo pasa en la Liga española.
De momento, ya tenemos una de las grandes Ligas de Europa jugándose, la Bundesliga. Y ya sabemos que esto no es el fútbol que hemos conocido toda la vida y el que en realidad nos gusta ver, pero igual que nos adaptamos dos meses a salir de casa sólo para pasear al perro o para ir a comprar el pan, pues ahora este es el fútbol que podemos ver. Mientras no llegue el que todos queremos que llegue, al menos ver otra vez rodar la pelota es un alivio, mínimo, pero alivio.
Y es verdad, no hay que negarlo. Sentarse en el sofá, poner la tele y ver esos campos así de vacíos en un país como Alemania, en que da gusto ver esos estadios a reventar, deja frío hasta el espectador que está cómodamente sentado en casa. Te entran hasta rampas.
No me extraña que en este primer fin de semana de fútbol en Alemania tras diez semanas de confinamiento hayan habido cinco o seis lesionados a las primeras de cambio. Esa es una de las razones por las que, durante todos estos días de especulaciones sobre cómo sería el regreso a la competición, entendí perfectamente que se flexibilizara el reglamento hasta permitir cinco sustituciones durante cada partido.
También, quiero recordarlo, hice una objeción que consideré importantísima para salvar, si no ya el espectáculo, sí al menos el entretenimiento: el fútbol no puede ni debe perder más ritmo, porque a este experimento, que, con voluntad de salvar las Ligas, se está intentando sacar adelante, ya sólo le faltaría parar innecesariamente los partidos para que, en lugar de partidos, no nos pudiéramos quitar de encima la desagradable sensación de estar viendo un entrenamiento.
De toda la vida hemos dicho que la salsa del fútbol es el gol, pero cosas así te demuestran que el público pone tanta salsa como lo que más. De momento, lo que queda claro, por si alguien tenía alguna duda, qué Ligas son verdaderamente las más importantes de Europa. Eso también es un mensaje para los cracks que se precien de serlo, a la hora de elegir los destinos adecuados para crecer como futbolistas de referencia.
Entre bajar la persiana a las primeras de cambio y hacer todo lo posible por acabar lo que se empezó prefiero lo segundo, al menos para dejar ya muy claro cuáles son los campeonatos que no han tirado la toalla sin esperar a ver qué pasaba, a ver qué se podía hacer. Porque, en último caso, siempre se puede parar.
Si en España, Inglaterra e Italia están calentando motores en la parrilla de salida y en Alemania ya están dando las primeras vueltas al circuito, repito, queda clarísimo qué escuderías son las que tienen la sensación de ser importantes en este tinglado llamado fútbol
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