Odisea de Palou antes del debut
N Esta madrugada se estrena en la IndyCar tras muchos problemas para entrar en USA
n Àlex Palou (Sant Antoni de Vilamajor, 1/4/1997) jamás olvidará el día de hoy. A las 21.00 h (hora española) se enfundará el casco para realizar sus primeros entrenamientos oficiales en la IndyCar, que arranca su campaña 2020 tras el parón inicial por el coronavirus con su primera cita del curso en el óvalo de Texas. A nuestras 00.00, irá a por su primera clasificación, y a las 3.10 h (Vamos) tomará su primera salida en la competición reina de monoplazas de los Estados Unidos.
Hace unos años, Palou apuntaba a MD que su sueño era competir en la Súper Fórmula Japonesa y llegar a la IndyCar. El primer deseo lo cumplió con creces el pasado curso llegando a pelear por el título hasta la última cita, y aquello le llevó a cumplir su otro anhelo, el de formar parte de la prestigiosa parrilla de la IndyCar en 2020.No obstante, cuando ya estaba todo listo para su esperado debut tras maravillar a propios y extraños con sus dos primeros test y cuando ya se encontraba en Saint Petersburg para disputar la primera prueba, el Covid-19 lo paró todo. Y ahí empezó su aventura.
Su visado estaba aprobado pero le faltaba un sello para quedarse en Estados Unidos durante más tiempo. La embajada de Madrid le había anulado su cita debido al coronavirus y sin saber qué hacer, viajó a Costa Rica para que allí le solucionaran el trámite. Finalmente, tras 5 días encerrado en un hotel, pudo arreglar el papeleo pero no sabía si podía regresar con su familia a Barcelona. “Si me quedo dos días más, no podré salir”, alertaba a MD yendo hacia un aeropuerto en el que no paraban de cancelarse vuelos. Finalmente pudo coger un avión y respirar tranquilo, aunque con la incerteza de no saber si cuando se iniciara el campeonato le dejarían volver a los Estados Unidos.
El Gobierno de Trump realizó un decreto de excepción para que los extranjeros de las grandes ligas del país pudieran pasar sus fronteras, pero de inicio, entre ellas no estaba la IndyCar. Así, Alex decidió arriesgar: “Llevo dos meses trabajando para intentar estar en esta cita. Decidí jugármela por ir a México primero, y si cuela, cuela”.
“Volé a Ciudad de México pero allí la situación es complicada y decidí volar hacia Cancún, no por vacaciones. No estaba ni en un resort ya que están todos cerrados, y estaba encerrado en la habitación de mi hotel”, expresó. Allí esperó con ansia a que le dieran la confirmación para poder entrar en USA.
“Me escribieron a las 7 de la mañana y a las 7.02 ya había comprado un vuelo y dije: ‘venga, lo intento’. No quería quedarme en México con todo lo que está sucediendo. Temía que si me quedaba más tiempo me cerraran la frontera de Estados Unidos con México”.
“Ha sido muy duro porque pensaba que me perdería la primera carrera de la IndyCar. Llevo dos meses trabajando para esto. Me costaba dormir. Imagínate: tener esta oportunidad y perderte la primera carrera. Por suerte me dieron la autorización ‘in extremis’ y pude entrar”, añade Àlex
Un objetivo claro
Con solo dos test realizados en la IndyCar en pretemporada hace meses, el catalán tendrá la difícil papeleta de enfrentarse a los grandes especialistas de la categoría en su debut en la clase y además en un óvalo muy difícil.
En él, se marca el objetivo de terminar dentro de la vuelta del líder, en un Top-12 que “celebraría como si fuera una victoria”. Pero deja muy claro que pese a que ya no podrá hacer test durante todo el año debido a que se han anulado por el Covid19, mantiene el mismo objetivo que hace meses: “Ser el rookie del año y terminar el curso en el Top10. Es muy difícil, pero hemos de marcarnos un objetivo tan grande si queremos quedarnos en América. De lo contrario, nos dirán que nos volvamos a casa a jugar al ‘scalextric’”
”Me pensaba que me perdería la primera carrera”, asegura el piloto a MD
Tuvo que encerrarse 10 días en un hotel de México esperando el ‘ok’ definitivo
H