Tics del pasado
e cumplen 50 años de aquel escandaloso penalti pitado por Guruceta a favor del Real Madrid y en contra del Barça por un supuesto derribo de Rifé a Velázquez, que se produjo 2 metros fuera del área. Provocó una explosión de indignación en el Camp Nou y en el barcelonismo. Era la gota que colmaba el vaso de agravios y persecuciones de la que el FC Barcelona llevaba años siendo víctima. El régimen franquista había impuesto presidentes y cambiado el escudo y el nombre al club, le había arrebatado el fichaje de Di Stéfano para entregárselo al Real Madrid, le negaba la autorización para fichar extranjeros mientras a los rivales les permitía la inscripción de oriundos con papeles falsificados. Además, el Barça acababa de sufrir la persecución en la final de las botellas del 68 y una entrada criminal sin castigo del defensa madridista, De Felipe, lesionó de por vida al delantero azulgrana Bustillo. Ahora hay otro régimen pero siguen algunos vestigios de aquella época. El premio al mejor árbitro español sigue llevando el nombre de Guruceta. Será como agradecimiento. Presidentes del Barça pasan dos años en la cárcel sin haber delinquido. El club sigue perseguido judicialmente por fichar a un brasileño que quería el Madrid. Un abogado del Estado asegura que “Messi es como si fuera el capo de una banda criminal”. Se le arrebata una liga al Barça del Tata anulándole un gol legal en la última jornada. Y sigue sufriendo graves perjuicios arbitrales, como la no concesión del gol en campo del Betis cuando el balón entró dos palmos. Y mientras, al Madrid, esta actual estrábica democracia le ha concedido la recalificación de terrenos más escandalosa de la historia del país
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