¿Quién es el líder?
on el pinchazo en Vigo, el Barça solo ha ganado 23 puntos de 48 fuera de casa. Así será muy difícil ganar esta Liga que no está sentenciada pero sí muy cuesta arriba. Tener buenos jugadores no implica ser un buen equipo. Hay que disponer, además, de una plantilla compensada, algún líder en el campo y un entrenador que dirija y le otorgue una identidad táctica. Y eso es justo de lo que adolece este Barça. No se puede competir contra los mejores rivales con una plantilla constantemente remendada que sigue recibiendo recortes en plena competición para maquillar la cuenta de explotación. En el campo hay jugadores con mejor currículum que rendimiento, que son muy valientes a la hora de oponerse a los recortes salariales pero incapaces de asumir el liderazgo en el césped cuando los partidos se descontrolan. El oficio que se les supone a algunos brilla por su ausencia. Y Setién se está confirmando como un gran teórico cuyo discurso cruyffista sonaba mucho mejor que su aplicación práctica. Da la sensación que las vacas sagradas del vestuario, menos dóciles que las de su Liencres natal, ya se lo han comido en 4 meses. Se le nota falto de autoridad, de liderazgo y de reacción para mejorar a un equipo que devora entrenadores mientras mantiene los defectos de siempre y juega por inercia. A pesar de que tiene un año más de contrato más otro opcional, Setién debe todavía devengar más méritos para seguir. Tras la destitución de Valverde opiné que la mejor opción era García Pimienta, porque es el entrenador que mejor aplica el modelo Barça con buenos resultados y conoce a los canteranos que deben marcar el cambio generacional
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